Diez años de cárcel para la influencer iraní conocida como la “Angelina Jolie zombi”

La influencer iraní conocida como “Angelina Jolie zombie”fue condenada a 10 años de prisión por los delitos de promover violencia, educación ilícita, blasfemia, insultar el velo islámico, difundir odio y alentar a los jóvenes a cometer corrupción a través de sus publicaciones en redes sociales, según informó su abogado y cuenta The Guardian.

El Tribunal de orientación de Teherán arrestó en octubre del año pasado a la instagramer iraní, Sahar Tabar, conocida internacionalmente por su perfil en esta red social en la que con Photoshop y maquillaje consigue parecerse a la actriz Angelina Jolie, pero versión zombi... Esta influencer iraní de 22 años se hizo internacionalmente conocida por sus posts en la red social Instagram en la que publicó imágenes en las que su rostro se parecía al de Jolie y que llegó a tener casi 486.000 seguidores.

Los cargos contra Tabar primero incluyeron blasfemia, incitación a la violencia, obtención de ingresos por medios inapropiados y alentar a los jóvenes a la corrupción. Tahar asegura que ha sido absuelta de dos de los cuatro cargos en su contra, pero no quiso hacer más comentarios porque todavía esperaba un indulto.

La televisión estatal iraní transmitió su confesión a fines de octubre del año pasado. El informe describió a Tabar como “una víctima con una personalidad y un estado mental anormales” que buscaba “vulgaridad” en las redes sociales. Los registros médicos también sugirieron que tenía una enfermedad mental, con antecedentes de visitas a hospitales psiquiátricos, lo que hace que la sentencia de 10 años fuera aún menos explicable. Sus abogados habían pedido su libertad bajo fianza y señalaron su edad en el momento en que cometió los presuntos delitos.

Al principio todo el mundo creyó que se había sometido a hasta 50 operaciones estéticas para tener ese aspecto tan demacrado y tan similar al de la actriz. Pero ella mismo confesó que su cara demacrada y los pómulos son fruto de algunas cirugías plásticas, que incluyeron rinoplastia, liposucción y procedimientos cosméticos para darle a sus labios más relleno, pero que su aspecto espeluznante se debió principalmente a maquillaje, prótesis y photoshop: “Mis fans saben que no es mi verdadera cara; es una forma de expresarme, un tipo de arte”.

En algunas fotos se la puede ver con un hijab que le queda holgado sobre el cabello y una venda blanca en la nariz. Tales vendajes son necesarios después de las operaciones de nariz, que son muy comunes en las calles de Teherán. La cirugía estética es muy popular en la república islámica, con decenas de miles de operaciones que se realizan cada año.

Su verdadero verdadero nombre es Fatemeh Khishvand.