Pandemia

Argentina comienza el martes a suministrar la vacuna rusa Sputnik V

El preparado despierta serias dudas sobre los efectos secundarios por sus insuficientes ensayos clínicos

Los ministros de Sanidad y Presidencia argentinos comparecen junto al embajador ruso en Buenos Aires, Dimitry Feoktistov, tras llegar el primer cargamento de la vacuna Sputnik V en Nochebuena
Los ministros de Sanidad y Presidencia argentinos comparecen junto al embajador ruso en Buenos Aires, Dimitry Feoktistov, tras llegar el primer cargamento de la vacuna Sputnik V en NochebuenaGustavo GarelloAP

Comenzó la cuenta atrás, aunque con dudas. El Ministerio de Salud de Argentina autorizó con “carácter de emergencia” la vacuna rusa contra la covid-19, la Sputnik V, desarrollada por el Centro Nacional Gamaleya de Epidemiología y Microbiología de Rusia.

La decisión coincide con la llegada en Nochebuena de un avión procedente de Moscú con las primeras 300.000 dosis de la fórmula desarrollada por el Centro Nacional Gamaleya de Epidemiología y Microbiología de Rusia. La campaña de inmunización priorizará al personal de salud que está más expuesto al virus.

El Gobierno peronista todavía no difundió el cronograma oficial de vacunación. Quien dio algunas pistas de cómo será la campaña fue el ministro de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, Fernán Quirós. “La indicación del Ministerio de Salud es que deben ser aplicadas a grupos de mayor riesgo dentro de los trabajadores de la salud, que son los que trabajan en terapia intensiva, en las guardias externas atendiendo pacientes, a las personas que trabajan en ambulancias y quienes manipulan muestras en laboratorios”, informó. Lo más probable es que las inoculaciones comiencen a más tardar el lunes.

“La idea es que cuando llegue el otoño tengamos vacunada a la mayor cantidad de gente en riesgo, ese es mi objetivo. Mientras tanto, cuidarnos y que nuestros compatriotas entiendan que el riesgo está latente y que hay que evitar las aglomeraciones como las de los últimos días”, aseguró el presidente argentino, Alberto Fernández.

Las dosis llegarán este lunes en camión refrigerado a todo el país, menos a las provincias de Santa Cruz y Tierra del Fuego, ubicadas en el extremo sur de Argentina, donde arribarán en aviones.

Bajo el nombre de Sputnik V, en referencia al satélite con el que la Unión Soviética se puso adelante en la carrera espacial en la década de 1950, el mandatario ruso, Vladimir Putin, aseguró que la nueva vacuna había pasado todas las verificaciones necesarias y que incluso había sido probada por una de sus hijas. Sin embargo él mismo se negó a ponérsela en un principio, por miedo a posibles contraindicaciones para personas de más de 60 años. Sin embargo posteriormente el Gobierno ruso desmintió efectos secundarios en personas de alta edad.

Al mismo tiempo, sin embargo, ha sido recibida con grandes dudas y escepticismo por parte de la comunidad científica, incluyendo a la propia Organización Mundial de la Salud (OMS).

El Gobierno ruso asegura haberla probada en 76 personas primero. De acuerdo a los estándares internacionales, una vacuna para demostrar su eficacia y que no es peligrosa debe ser probada en miles de personas -40.000-, la fase 3. Y la rusa no ha pasado por ese escrutinio. Al mismo tiempo, requiere un periodo de abstinencia frente al alcohol de 42 días.

En cualquier caso, pese a las dudas de la comunidad científica, Kirill Dmitriev, responsable del fondo soberano de Rusia, dijo que ya tienen acuerdos internacionales para producir 500 millones de dosis y solicitudes de más de 1.000 millones de dosis procedentes de unos 20 países, entre ellos Cuba, Nicaragua y Argentina.