Repercusiones en el exterior
Un aliado y una legión de enemigos
Bolsonaro es el único líder internacional que ha expresado su apoyo al magnate mientras los dirigentes autoritarios se deleitan con el caos de Washington. «Un Estado fallido», dicen en Moscú
Una de las objeciones más repetidas a las acusaciones vertidas por Donald Trump, es que da argumentos a los enemigos de su país. Al fin y al cabo, quien duda de la legitimidad del sistema es nada menos que el presidente de los Estados Unidos. Uno de los primeros en aprovechar el descrédito fue el ministro de Asuntos Exteriores de la República Popular China, que no ha dudado en comparar a los alborotadores de Washington con los activistas por la democracia de Hong Kong. Para Hua Chunying existen paralelismos evidentes entre los manifestantes que asaltaron el legislativo de Hong Kong y el asalto Capitolio. Preguntado en rueda de prensa, el ministro chino recordó cómo «algunos funcionarios, legisladores y medios de comunicación estadounidenses lo que sucedió en Hong Kong» y pidió compararlo con «las palabras que usaron para describir las escenas en el Capitolio. Tomé nota de algunas palabras que usaron. Todos lo condenaron como ’'un incidente violento’' y a las personas involucradas como ’'alborotadores’', y ’'matones’' que trajeron ’'desgracia’'. Ahora compare eso con lo que llamaron a los manifestantes de Hong Kong».
Otro que parecía entusiasmado por la oportunidad de blanquear su dictadura fue el presidente de Irán, Hassan Rouhani, que en un discurso televisado comentó que «lo que vimos anoche y hoy en Estados Unidos realmente demostró primero lo frágil y débil que es la democracia occidental y lo débiles que son sus cimientos». Nada que ver, por supuesto, con la robusta fortaleza del régimen de los ayatolás, donde menudean las ejecuciones sumarísimas de opositores políticos y toda clase de violaciones de los derechos humanos. Otro, presunto delincuente, el venezolano Diosdado Cabello, calificó de desastre a EE UU. Al mismo tiempo, destacados dirigentes rusos estiman que el sistema electoral está corrompido, que Trump tiene razón y que el país es ya un Estado fallido.
Por no hablar del pitorreo de la Turquía de Erdogan, que llegó a pedir a sus ciudadanos que tengan cuidado con viajar a EE UU ante la posibilidad de sucesos violentos. Abandonado por todos sus socios tradicionales, con los líderes europeos consternados ante los sucesos de esta semana, al presidente Trump apenas le resta un aliado en la figura de Jair Bolsonaro.
El presidente brasileño ha vuelto a repetir las acusaciones de Trump respecto a la teórica conspiración y el robo de las elecciones. Bolsonaro ha explicado que siguió el asalto y dió a entender que los alborotadores tenían sus buenas razones: «Sabes que estoy conectado con Trump, ¿verdad? Entonces ya sabes mi respuesta».
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