Reino Unido
El duque de Edimburgo será enterrado el 17 de abril en una ceremonia íntima en Windsor
Isabel II suspende su agenda pública hasta el funeral de su marido. Reino Unido guardará ocho días de luto en honor del fallecido príncipe Felipe
A las 12:00 horas del mediodía, con una puntualidad británica, los cañones en emplazamientos militares de diferentes puntos de Reino Unido, así como navíos militares británicos en alta mar, dispararon esta mañana 41 salvas de cañón, una por minuto, como tributo al duque de Edimburgo, fallecido el viernes a los 99 años.
Durante ocho días, Reino Unido estará de luto por la muerte del hombre que, durante más de siete décadas, fue el gran pilar para la reina Isabel II.
Poco antes de los cañonazos en su honor, la Casa Real difundió a través de sus redes sociales el extracto de un discurso de 1997 de la monarca, con motivo de sus bodas de oro, en el que ésta explicaba el importante papel del príncipe Felipe en su vida: «Él ha sido, simplemente, mi fuerza y mi apoyo todos estos años y yo, y toda su familia y este y muchos otros países, le debemos más de lo que él nunca reconocería o de lo que vayamos a saber».
En todo momento, la soberana, que el 21 de abril cumple 95 años, ha estado acompañada por sus cuatro hijos en el castillo de Windsor, al oeste de Londres, donde se trasladó con su esposo al inicio de la pandemia para poder estar más aislados.
A su salida del castillo, el príncipe Eduardo, el hijo menor, y su esposa Sophie Rhys-Jones, intercambiaron hoy algunas palabras con los ciudadanos que se habían reunido a las puertas para rendir tributo al duque. «La reina ha estado increíble», expresó Sophie a los medios, con lágrimas en los ojos. Será, por cierto, el príncipe Felipe quien ahora herede el título de Duque de Edimburgo por deseo de sus padres. A pesar de que la Casa Real y el Gobierno han pedido que se eviten las concentraciones ante las residencias de la monarquía, debido a las restricciones por la pandemia de coronavirus, muchos ciudadanos acudieron a depositar ofrendas florales.
Como marido de la reina Isabel II, el duque de Edimburgo tendría derecho a un funeral de Estado. Sin embargo, siguiendo sus propios deseos, su despedida será en una ceremonia familiar íntima, con honores militares, en la capilla de San Jorge adyacente al castillo de Windsor. Posteriormente, será enterrado en los jardines de la casa Frogmore, donde están los restos de la reina Victoria y el marido de ésta, el príncipe Alberto. Esta tarde, se anunció que el funeral se celebrará el próximo sábado 17 de abril.
Durante los días de luto, las banderas ondearán a media asta, salvo el estandarte real, que sobrevuela los palacios reales cuando la reina está en la residencia. Nunca vuela a media asta porque es un símbolo de la continuación de la monarquía. Por su parte, los presentadores de televisión vestirán de negro y el Parlamento no aprobará nuevas leyes, aunque el lunes los parlamentarios celebrarán una sesión especial para hablar de la figura del príncipe Felipe. Todas las campaña electorales de cara a los comicios locales de mayo han quedado suspendidas.
Por su parte, la reina Isabel II no desempeñará ninguna función ni en público ni en privado, y no se le enviará ninguna nueva ley que requiera el consentimiento real para su aprobación. Pero se espera que en los próximos días, la soberana transmita un mensaje televisado a la nación en homenaje a su esposo. También habrá dos minutos de silencio en su honor.
Por expreso deseo del príncipe, no habrá capilla ardiente. Por las restricciones de la covid-19, tampoco habrá libro de condolencias en Iglesias ni edificios públicos. En su lugar, el Gobierno ha creado una página web para que los ciudadanos puedan expresar sus tributos. Pese a que no quería funeral de Estado, en un principio sí estaba previsto un desfile militar en su honor. Pero la pandemia ha obligado a cambiar también estos planes.
“Servicio extraordinario a la reina, mi familia y el país”
El príncipe de Gales rindió homenaje a su padre, asegurando que lo extrañará «enormemente». Hablando en nombre de la Familia Real, el príncipe Carlos dijo que el duque de Edimburgo había «prestado el servicio más extraordinario y devoto a la reina, a mi familia y al país y también a toda la Commonwealth».
«Era una figura muy querida y apreciada», añadió. «Estamos profundamente conmovidos por la cantidad de personas aquí y en otras partes del mundo que también, creo, comparten nuestra pérdida y nuestro dolor»
Tras la muerte del duque, un documental emitido por la BBC recogió algunas reflexiones de los hijos de Felipe. «Su energía para respaldar a mi madre era impresionante», afirmaba Carlos. Por su parte, la princesa Ana, que siempre fue su ojito derecho, señaló: «Creo que como mejor le recuerdo es como alguien que siempre estaba ahí. Una persona a la que le podías lanzar ideas y a la que siempre podías acudir si tenías problemas, sabiendo que te escucharía y trataría de ayudarte». El príncipe Eduardo describió a su padre como «una fuente de apoyo, ánimo y guía». «Nunca intentaba frenar ninguna actividad o algo que quisiéramos intentar hacer, siempre nos animaba», sostuvo.
También rememorando su infancia, el príncipe Andrés relató algunas escenas familiares: «Como cualquier otra familia de aquella época, tus padres se iban a trabajar durante el día, pero por la noche, como cualquier otra familia, nos reuníamos. Nos sentábamos en un sofá en grupo y él nos leía libros».
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