Represión en Nicaragua

EE UU sanciona a la hija de Ortega y a otros tres de sus colaboradores

El régimen nicaragüense redobla su ataque a las libertades con la detención de otros dos precandidatos a las elecciones presidenciales

Un hombre con mascarilla pasa por delante del mural del líder sandinista, Daniel Ortega, ayer en Managua
Un hombre con mascarilla pasa por delante del mural del líder sandinista, Daniel Ortega, ayer en ManaguaOswaldo RivasREUTERS

El presidente de Nicaragua y ex líder de la Revolución Sandinista que triunfó en 1979, Daniel Ortega, ha intensificado su ofensiva contra la oposición con la detención del ex viceministro de Hacienda, JuanSebastián Chamorro, y el académico Félix Madariaga.

Madariaga fue arrestado tras ser interrogado tres horas por la Fiscalía. El precandidato opositor está acusado de financiar y planear un supuesto intento de golpe de estado en las manifestaciones contra el régimen sandinista en 2018. Ambos aspiran a convertirse en el candidato de una alianza opositora que desaloje a Ortega del poder tras su regreso a la Presidencia en 2007. El ex presidente de la principal cámara de empresarios, José Adán Aguerri, y la coordinadora del Frente Amplio por la Democracia, Violeta Granera, también fueron arrestados. Los cargos se basan en una polémica ley aprobada en diciembre. El mandatario de 75 años aspira por octava vez a presidir Nicaragua en las elecciones del 7 de noviembre.

Maltrato y torturas

Los cuatro opositores están acusados de “incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos”. Chamorro, Madariaga y Aguerri han sido trasladados a las celdas de la Dirección de Auxilio Judicial, denunciado por organizaciones de derechos humanos por maltratos y torturas a los presos. Granera se encuentra en arresto domiciliario.

La socióloga lamentaba en su Twitter la noche del martes el intento de Ortega de hacer desaparecer a la oposición: “Noche de cuchillos largos. ¿Qué espera lograr Ortega siguiendo este tortuoso y malévolo camino? Acusaciones tan absurdas como todas las que han puesto a los más de 100 presos políticos”.

Nicaragua suma cuatro precandidatos detenidos en una semana. La casa de la figura más destacada de la oposición, la periodistaCristiana Chamorro, fue allanada el miércoles pasado tras una orden de detención por falsedad ideológica y lavado de dinero. Chamorro se encuentra en prisión domiciliara y sus familiares denuncian que está “aislada e incomunicada”. Chamorro es hija de la ex presidenta, Violeta Barrios de Chamorro, quién derrotó a Ortega en 1990.

El precandidato por Alianza Ciudadana, Arturo Cruz, fue detenido el sábado en el aeropuerto de Managua tras realizar una gira por Estados Unidos acusado de “actos que menoscaban la soberanía” de Nicaragua. Cruz está en prisión preventiva. La Fiscalía ha solicitado 90 días de cárcel. La Policía registró el lunes su vivienda, pero no detalla los actos cometidos por Cruz que pueden ser constitutivos de delito. La oposición ha llamado a la “resistencia cívica para derrocar al régimen”.

Las últimas detenciones han provocado el aumento de la presión internacional en torno al presidente nicaragüense. La jefa de la diplomacia de EE UU para América Latina, Julie Chung, ha reaccionado duramente contra el acoso de Ortega a la oposición: “El arresto arbitrario del candidato presidencial Félix Madariaga debería resolver cualquier duda restante sobre las credenciales de Ortega como un dictador”. Estados Unidos y la Unión Europea han instado a Ortega a “hacer cambios políticos y realizar elecciones libres y justas”.

El director de la División de las Américas de Human Rights Watch, José Miguel Vivanco, ha expresado su preocupación en Twitter: “En los últimos 30 años nunca he visto algo semejante. Ortega quiere ser Stroessner”.

Alfredo Stroessner fue un dictador y militar que gobernó Paraguay de 1954 a 1989 convirtiéndolo en uno de los países más desiguales del mundo. La represión busca mantener a Ortega al frente de Nicaragua. El líder sandinista gobernó el país tras el triunfo de la Revolución Sandinista en 1979, coordinar una Junta de Gobierno hasta 1985 y presidir Nicaragua por primera vez hasta 1990. Ortega se mantiene en el poder desde su regresó a la presidencia en 2007. Ortega gobierna junto a su esposa, Rosario Murillo, desde hace cuatro años. Tras catorce años consecutivos en el poder, Ortega redobla su ataque a las libertades y a la oposición de cara a las elecciones del 7 de noviembre.

Tras esas detenciones, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos decidió sancionar a una hija de Ortega que dirige el evento de modas Nicaragua Diseña y la Comisión Nacional de Economía Creativa; al presidente del Banco Central de Nicaragua, Ovidio Reyes; y al jefe del grupo parlamentario sandinista, Edwin Castro.

También al general de brigada Julio Modesto Rodríguez Balladares, director ejecutivo del Instituto de Previsión Social Militar (IPSM), el brazo financiero del Ejército de Nicaragua. Como resultado de las sanciones quedan congelados todos los bienes que los implicados pudieran tener en EE UU.