Unión Europea

Bruselas y Washington renuevan sus votos

Se comprometen a reformar de manera conjunta los organismos multilaterales

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Cuando un largo matrimonio atraviesa una dura crisis es necesario renovar los votos para demostrar que el vínculo sigue adelante, pese a los sinsabores cotidianos. La Unión Europea y Washington han escenificado hoy la vuelta a la normalidad después de los traumáticos años de Donald Trump.

“Nosotros, los lideres de la Unión Europea y EEUU nos hemos encontrado hoy para renovar nuestro partenariado transtatlántico, establecer una agenda conjunta para la etapa post- pandemia y comprometernos a un diálogo regular para analizar los progresos”, afirma la  declaración conjunta difundida ayer tras el encuentro en Bruselas  entre el presidente de EEUU, Joe Biden  con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen y el presidente del Consejo, Charles Michel. Bruselas y Washington juntos en la salud y en la enfermedad, a pesar de que la traca final quedase algo deslucida ya que, por motivos desconocidos, Joe Biden decidió subirse en el Air Force One rumbo a Ginebra (Suiza) para encontrarse con Vladimir Putin durante la jornada de hoy, sin comparecer en rueda de prensa conjunta con Michel y Von der Leyen.

Aunque este nuevo comienzo supone volver a los principios tradicionales de la política estadounidense tras la II Guerra Mundial, el mundo de ayer no es el de hoy ni el del futuro. Por eso, en la declaración se mencionan nuevos desafíos como el cambio climático, la recuperación económica tras el coronavirus, la cooperación tecnológica o conseguir un mundo más seguro y pacífico. Si Donald Trump puso en cuestión  y entró como una cacharrería en las instituciones multilaterales vigentes desde la post- guerra, Washington y Bruselas reconocen ahora que es necesaria su reforma y prometen hacerla juntos.

“Estamos comprometidos a mantener las normas basadas en el orden internacional con Naciones Unidas como fundamento, revitalizar y reformar las instituciones multilaterales cuando sea necesario y cooperar  con aquellos que comparten estos objetivos”, reza el documento. Entre los organismos que necesitan un alicatado se encuentran la Organización Mundial de la Salud y el sistema de arbitraje de la Organización Mundial del Comercio. Además, tal y como se había anunciado las dos partes se alían frente a China para una investigación “sin interferencias” sobre el origen del coronavirus.

La gran obsesión de Biden no sólo ha sido proclamar a los cuatro vientos que América ha vuelto sino también conseguir que los socios europeos apoyen a EEUU en su contienda con Pekín, en lo que tiene visos de convertirse en la nueva Guerra Fría del siglo XXI. Algunas capitales europeas mantienen reticencias a la hora de embarcarse en esta empresa. En el comunicado las dos partes definen aseguran que colaboración frente al gigante asiático contiene elementos de “cooperación, competición y rivalidad sistémica”.

Pero a pesar la nueva luna de miel, no hay rosas sin espinas. El documento pasa de largo en algunos temas que dividen a los socios como la liberación de las patentes para hacer accesibles las vacunas (una iniciativa defendida por Biden en un giro repentino y sin consultarlo a los socios europeos)  o una tasa al carbono con el objetivo de imponer aranceles a aquellos países que no respeten los objetivos climáticos. Una iniciativa que despierta reticencias en EEUU a pesar de la vuelta al Acuerdo de París. Aunque Washington ha conseguido liderar una reforma fiscal global con su propuesta de un impuesto mínimo del 15% para las multinacionales, aún sigue pendiente la tasa para la compañías tecnológicas, conocida como tasa Google y que está dirigida a los grandes gigantes estadounidenses.