Precampaña en Alemania

Los tropiezos de la candidata verde empujan a los socialdemócratas alemanes

Los sondeos colocan a ambos partidos en el 17% de intención de voto ante la perdida de confianza en Annalena Baerbock, nuevamente en el punto de mira por su beca de doctorado

La candidata verde, Annalena Baerbock, junto al aspirante socialdemócrata y ministro de Finanzas, Olaf Scholz, durante un debate en Berlín
La candidata verde, Annalena Baerbock, junto al aspirante socialdemócrata y ministro de Finanzas, Olaf Scholz, durante un debate en BerlínCLEMENS BILAN / POOLEFE

Cuando Annalena Baerbock fue proclamada en abril candidata de Los Verdes a las elecciones federales del 26 de septiembre, los medios subrayaban el “soplo de aire fresco” que la dirigente de 40 años aportaba a la política alemana. Algunos incluso se aventuraron a ver a Baerbock como la primera canciller verde del país. Los ecopacifistas, que lograron un 8,9% en los comicios de 2017, se disparaban en las encuestas hasta el 28% de intención de voto y superaban al partido de la aún canciller,Angela Merkel, que por primera vez en 16 años no se presenta.

Sin embargo, apenas tres meses después la “burbuja” verde ha estallado. Los ecologistas han quedado relegados en los sondeos a once puntos por detrás de la CDU/CSU (17% frente al 28%), e igualados por primera vez en mucho tiempo con el Partido Socialdemócrata (SPD), que parece beneficiarse de los tropiezos del partido que le disputa su hegemonía en la izquierda alemana.

Según la misma encuesta del Instituto INSA, en caso de celebrarse hoy elecciones, los liberales del FDP lograría un 12%; la ultraderechista Alternativa para Alemania (AFD), un 11%, y La Izquierda (”Die Linke”), un 8%.

A tenor de esta distribución de votos, solo podrían formarse dos coaliciones viables tras las elecciones de septiembre. La conocida como “coalición Jamaica” (por el color de los partidos que participarían) entre conservadores, verdes y liberales, que sumaría el 57%. O bien, una “coalición Alemania” (CDU/CSU, SPD y FDP) que alcanzaría el 57% también. En cambio, la “coalición semáforo” (socialdemócratas, verdes y liberales), que dejaría en la oposición a los conservadores, ya no sería viable por el desplome de los ecologistas.

Asimismo, Baerbock ya no es ya la favorita de los alemanes para ser la futura canciller, sino que es superada por el socialdemócrataOlaf Scholz (29%) y el el conservador Armin Laschet, (28%). Solo confía en ella el 18% del electorado.

¿Qué ha pasado para que la opinión publica haya virado de forma tan sustancial en tan poco tiempo? La causa es una combinación de escándalos y meteduras de pata que están hipotecando la campaña electoral de Los Verdes. El último, del que se hacía eco este sábado el diario sensacionalista “Bild”, levanta una sombra de sospecha sobre la beca de 40.000 euros que Baerbock recibió hace una década para estudiar su doctorado.

Nicola Kabel, portavoz de Los Verdes, no tardó en responder a las acusaciones de que su candidata se habría beneficiado de la ayuda mientras ejercía tres cargos en el partido en esa misma época. “En vista de las consultas de los medios sobre el compromiso político del partido y la beca de doctorado, Baerbock pidió a la Fundación Heinrich Böll que revisara nuevamente los hechos de hace casi diez años”.

La Fundación Heinrich Böll, cercana a los ecologistas, pagó a Baerbock la beca de 2009 a 2012. En ese momento, “la ayuda para los estudiantes de doctorado” era de 1.050 euros al mes. La fundación está sujeta a una directriz de financiación del Ministerio de Investigación. De acuerdo con esto, las personas que “trabajen más de una octava parte de la jornada laboral semanal normal” (punto 1.8.4) no podrán recibir una beca u “otra actividad que utilice predominantemente el trabajo de la persona apadrinada” (punto 1.8.5 ).

En esa época, Baerbock ocupaba tres puestos al mismo tiempo que estudiaba su doctorado: portavoz del Grupo de Trabajo Federal Europa de los Verdes, miembro de la junta del Partido Verde Europeo y líder de los Verdes de Brandeburgo.

En todo caso, como recordaba la portavoz del partido, no era retribuida por ninguna de estas funciones. “Annalena Baerbock no recibió ningún salario como portavoz voluntaria de BAG Europa y miembro honorario de la junta del Partido Verde Europeo. Como presidenta honoraria en el Land de Brandeburgo, tampoco recibió salario en 2009 y 2010″. “Más tarde, los esfuerzos de profesionalización continuaron estando en la asociación regional. Estos comenzaron con un primer paso en 2011 con empleo marginal. En este contexto, Baerbock recibió una asignación de 226,76 euros al mes en 2011, y en 2012 le pagaron 400 euros al mes”, explicó Kabel.

Campaña sucia en las redes sociales

Lo cierto es que la aspirante verde a la Cancillería se ha sometido a un escrutinio más minucioso que sus rivales, llegando a ser el blanco de una campaña sucia en las redes sociales, donde se han llegado a difundir montajes de supuestas fotos de Baerbock desnuda.

Hace apenas una semana tuvo que volver a dar explicaciones por no atribuir correctamente ciertos pasajes de su libro recién publicado. Incluso sus rivales políticos denuncian los ataques infundados contra la dirigente ecologista. En una entrevista con el periódico “Süddeutsche Zeitung” este miércoles, el ministro del Interior, el social cristiano bávaro Horst Seehofer (CSU), aseguró que no veía indicios de irregularidades y calificó las acusaciones de exageradas. “Esto no es una tesis, no hay obligación de citar todas las fuentes”, aseguró Seehofer. “No es raro que los pasajes de los libros se parezcan a partes de artículos periodísticos”, señaló.

Un tema delicado en la política alemana, donde varios ministros del Gabinete han dimitido en los últimos años tras recibir informes de plagio en sus tesis doctorales .

Otros como el socialdemócrata Scholz reconocen que los ataques que recibe Baerbock no serían tan intensos si fuera un hombre. En este sentido, Rolf Pohl, sociólogo y psicólogo especializado en estudios de género, ve en los ataques a Baerbock “referencias recurrentes a su apariencia, su vida familiar”. “Ella se ha convertido en el blanco de una amplia gama de prejuicios e incluso insultos antisemitas”, asegura Pohl a la cadena DW.

En un evento a principios de julio organizado por la revista “Brigitte”, Baerbock reconoció que esperaba someterse a un escrutinio de cerca en la campaña electoral, “pero he visto desde el comienzo de mi candidatura que las falsedades han sido publicadas deliberadamente, por quien sea”.