Espionaje

Alemania detiene a un británico acusado de espiar para Rusia

El sospechoso, David S., trabajaba en la embajada de Reino Unido en Berlín

Fachada de la embajada de británica en Berlín, Alemania
Fachada de la embajada de británica en Berlín, AlemaniaMichael SohnAP

Berlín es una vez más epicentro del espionaje internacional. La Fiscalía alemana anunció la detención de un ciudadano británico que trabajaba en la embajada del Reino Unido en Berlín bajo la sospecha de espiar para Rusia a cambio de dinero.

Según las autoridades, el individuo de 57 años y presentado como David S. habría trabajado para el servicio secreto desde noviembre del año pasado y desde entonces, y en al menos una ocasión, habría “transmitido a un representante de los servicios de inteligencia de Rusia” un documento “que obtuvo en el marco de sus funciones en la embajada”, indicó la fiscalía federal encargada de casos de espionaje. Aún no está claro cuánto dinero en efectivo obtuvo. La institución señaló que la detención, que se llevó a cabo en Potsdam (al suroeste de Berlín), se produjo en colaboración con las autoridades británicas. El acusado comparecerá en las próximas horas ante el juez de instrucción del Tribunal Supremo Federal, que decidirá sobre su prisión preventiva.

Aunque la fiscalía no precisó el puesto en el que trabajaba el funcionario, aseguró que “es fuertemente sospechoso de haber actuado en provecho de los servicios de inteligencia rusos” y añadieron que “su apartamento y su lugar de trabajo fueron allanados”. La autoridad no ha proporcionado más información hasta el momento. “No sería apropiado hacer más comentarios, ya que las investigaciones policiales están en curso”, dijeron. No obstante, un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Alemania aseguró que Berlín se estaba tomando el caso “muy en serio” y que el espionaje de “un socio cercano de la alianza en suelo alemán es inaceptable”.

Los casos de espionaje no son algo nuevo en suelo alemán. Hace solo unos días, la esposa de un politólogo alemán acusado de espionaje a favor de los servicios de inteligencia chinos fue también acusada por los mismos motivos. Según la fiscalía de Karslruhe, competente en materia de terrorismo y espionaje, la germano-italiana Klara K. y su esposo Klaus L. fueron contactados por agentes de los servicios de espionaje chinos durante una gira de conferencias en Shanghai, en 2010. Desde entonces y hasta 2019, han “proporcionado regularmente información a China antes o después de visitas de Estado o conferencias internacionales”, afirmó la fiscalía en un comunicado.

El politólogo ya había sido acusado a principios de julio. La pareja recibió “honorarios” a cambio de informaciones obtenidas principalmente gracias a sus numerosos contactos políticos de alto nivel, establecidos en el marco del centro de análisis y reflexión dirigido por Klaus L. desde 2001.Incluso Angela Merkel, como líder europea con un enfoque inconformista de la política exterior, ha sido siempre un objetivo frecuente de las actividades de inteligencia, principalmente las estadounidenses.

Washington se pregunta constantemente qué está pensando, intentando y haciendo, sobre todo con respecto a China y Rusia. Ella es quizás una “amiga enemiga” de Estados Unidos, una aliada de facto y una enemiga al mismo tiempo. Pero la gran pregunta es, ¿qué hace Europa al respecto? Poco, aseguran los analistas. La respuesta de la Unión Europea a controversias tan interminables siempre es la misma: protestar al calor del momento, para después olvidarlo y no hacer nada, tolerando pasivamente la infiltración estadounidense diseñada para socavar los intereses europeos y la competitividad en todos sus ámbitos.