Portugal

“El Partido Comunista ha sufrido un importante desgaste electoral por contribuir a la supervivencia de los gobiernos socialistas”

Para Pedro Magalhaes, “el rechazo a los presupuestos y la posible disolución del Parlamento” suponen un cambio de circunstancias “que puede crear mucha volatilidad”

El primer ministro Antonio Costa reacciona tras el aplauso de la bancada socialista tras su discurso antes de la votación
El primer ministro Antonio Costa reacciona tras el aplauso de la bancada socialista tras su discurso antes de la votaciónArmando FrancaAP

Los peores augurios se cumplieron. El Parlamento portugués ha rechazado los Presupuestos para 2022 del Gobierno socialista de Antonio Costa, lo que aboca al país a unas elecciones anticipadas. Con los votos en contra de los comunistas y el Bloque de Izquierda, otrora aliados del Gobierno en minoría de Costa, se acaba así la estabilidad política en el país vecino.

Ante el rechazo de los Presupuestos -la primera vez en la historia democrática de Portugal- preguntamos al politólogo Pedro Magalhaes por las claves de esta crisis parlamentaria.

¿El rechazo de los presupuestos del Gobierno de Costa no implica necesariamente la celebración de elecciones anticipadas? ¿Por qué el presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, advirtió el lunes que no tendría otra opción que disolver el Parlamento y convocar elecciones dos años antes de lo previsto?

No, no es así. El Gobierno puede funcionar con las normas presupuestarias del ejercicio actual hasta que presente un nuevo proyecto de presupuesto para 2022 e intente verlo aprobado. Sin embargo, el presidente parece creer que el rechazo del presupuesto de 2022 indica que no habrá condiciones para asegurar el apoyo a una nueva propuesta y que, mientras tanto, tener los gastos limitados por las reglas aprobadas para el presupuesto de 2021 impide que el ejecutivo sea eficaz.

¿Por qué los dos partidos de extrema izquierda están en contra de la nueva propuesta presupuestaria?

Públicamente, han declarado que el Gobierno del Partido Socialista no ha hecho suficientes concesiones en lo que respecta a los aumentos del salario mínimo, la vuelta a la legislación laboral anterior a la Troika y las medidas necesarias para evitar el éxodo de los médicos del Servicio Nacional de Salud al sector privado (entre otras cuestiones). Sin embargo, su comportamiento también sugiere una preocupación por la posibilidad de que seguir sosteniendo el Gobierno socialista se convierta en un lastre electoral para ellos. Es el caso, sobre todo, del Partido Comunista, que ha experimentado un importante desgaste electoral desde que empezó a contribuir a la supervivencia de los gobiernos socialistas desde 2015.

Sin embargo, Costa dijo ayer que será el candidato socialista. ¿Qué dicen las encuestas? ¿Seguirá ganando las elecciones?

Actualmente, a pesar de las discrepancias entre las encuestadoras, los sondeos sitúan al Partido Socialista con una intención de voto que no se aleja demasiado de la que obtuvieron en 2019. Sin embargo, el rechazo a los presupuestos y la posible disolución del Parlamento suponen un importante cambio de circunstancias que puede crear mucha volatilidad en estos resultados. Ahora se iniciará un “juego de culpas” en el que se verán involucrados el PS, el BE, el PCP y quizás incluso el presidente. El “marco” particular de estos acontecimientos que finalmente prevalecerá puede acabar influyendo considerablemente en las preferencias de los votantes.

¿Y qué pasa con los partidos de la oposición? ¿Quién puede ser el líder?

Como se sabe, existe una disputa por el liderazgo del PSD, entre el actual presidente (Rui Rio) y un aspirante (Paulo Rangel). El resultado, que determinará quién será el principal adversario del PS en la derecha, es en mi opinión totalmente incierto. Rangel contará con el apoyo de gran parte del “establishment” del PSD, que se ha mostrado vocalmente descontento con Rio. Pero Rio tiene mucho apoyo de las estructuras locales del PSD.