Obituario

Muere Frederik de Klerk, el presidente que acabó con el ‘apartheid’ en Sudáfrica

El líder político, premio Nobel de la Paz en 1993, pilotó la transición política a la democracia, legalizó el Congreso Nacional Africano y puso en libertad a Nelson Mandela

De Klerk junto a Nelson Mandela, en 1994
De Klerk junto a Nelson Mandela, en 1994Denis FarrellAP

El ex presidente sudafricano Frederick Willem de Klerk, el líder que desmanteló el ‘apartheid’, falleció ayer a los 85 años en su domicilio de Ciudad del Cabo víctima de un cáncer, según anunció ayer su fundación. De Klerk, presidente entre 1989 y 1994, pilotó la transición a la democracia, legalizó el Congreso Nacional Africano y condenó el régimen de segregación racial. Fue galardonado en 1993 con el Premio Nobel de la Paz junto a Nelson Mandela.

Nacido en Johannesburgo en 1936, De Kerk fue abogado antes de dedicarse a la política. A partir de 1978 comenzó a sumir responsabilidades en el Gobierno sudafricano, entre ellas la de ministro del Interior. En 1989 fue elegido líder del Partido Nacional; en septiembre de aquel año llegó a la presidencia, desde la que prometió liberar a Sudáfrica de “dominación u opresión en cualquiera de sus formas”. El proceso de desmantelamiento del régimen de segregación racial había comenzado a finales de la década de 1980, cuando, en medio de protestas dentro y fuera de Sudáfrica, el partido en el poder llevó a cabo ciertas reformas.

El 2 de febrero de 1990, De Klerk anunció en un discurso ante el Parlamento de su país que Mandela quedaría en libertad tras 27 años en la cárcel. Cuatro años más tarde, Mandela, líder del Congreso Nacional Africano, fue elegido primer presidente negro de Sudáfrica tras imponerse a De Klerk en las primeras elecciones en la que la población negra pudo votar.

Antes, en 1993 Mandela y De Klerk recibieron el Premio Nobel de la Paz por su colaboración, a menudo conflictiva, en el proceso de desmantelamiento del régimen de segregación y su contribución a la reconciliación. A pesar de las tensiones y la violencia que vivió el país africano, el que fuera último presidente del ‘apartheid’ tuvo claro que “no hay otro camino hacia la paz y la prosperidad de nuestro país”. Durante la presidencia de Nelson Mandela, De Klerk fue elegido vicepresidente, cargo que desempeñaría hasta 1996, cuando su formación salió del gabinete.

Con todo, la de Frederik de Klerk ha sido una figura controvertida en su país más de un cuarto de siglo después de dejar el poder. Una parte de la sociedad reconoce su contribución decisiva al fin del régimen de discriminación. Otra le atribuye actos violentos contra la población negra y los activistas durante su mandato. También un sector de la población blanca lo consideró un traidor por haber desmantelado el régimen imperante hasta 1991. A pesar de haber pedido perdón por el dolor y la humillación causados a la población negra, el fallecido ex presidente nunca gozó de un reconocimiento semejante al de Mandela.

En su editorial de ayer, el diario sudafricano Mail & Guardian afirmaba que “tal vez, con toda honestidad, podamos darle las gracias a De Klerk por ser un oportunista político, que hizo avanzar al país, la única opción al margen de tratar de recrear una solución de dos Estados”.

En los últimos años, el político sudafricano afirmó que Mandela y él llegaron a ser amigos. El primer presidente negro de Sudáfrica reconoció de él que “tuvo el coraje de admitir la terrible equivocación” que supuso el régimen de ‘apartheid’. En 2020, De Klerk aseguró en una entrevista que no creía que el régimen de ‘apartheid’ fuera un crimen de lesa humanidad, insistiendo que la ONU sólo dio esa consideración a lo ocurrido en Sudáfrica entre los años 60 y 70 y lo hizo como consecuencia de las presiones de la extinta Unión Soviética. Tras disculparse por sus palabras, el presidente entre 1989 y 1994 dejó claro de nuevo su compromiso con la “reconciliación del país”.

El ex presidente sudafricano, que creó una fundación para promover la paz en Estados pluricomunitarios, anunció en mayo de este año que padecía un mesotelioma, un cáncer que afecta al tejido que recubre los pulmones.