La Casa Blanca baraja un boicot diplomático a los Juegos de Invierno de Pekín

Pekín acogerá dentro de tres meses los Juegos Olímpicos de Invierno, aunque Joe Biden todavía no ha confirmado si finalmente enviará una delegación oficial desde Estados Unidos. Al parecer, según han adelantado algunos medios estadounidenses como el “Washignton Post”, la Casa Blanca tiene previsto anunciar que ni el presidente ni ningún otro funcionario de su Gobierno asistirá a la emblemática cita deportiva en China, lo que se entenderá como un complot diplomático.

Complot que desluce las buenas intenciones de la primera reunión virtual entre ambos líderes políticos con la que daban comienzo esta semana y pone de manifiesto las crecientes tensiones entre ambas potencias, a pesar del reciente acercamiento. Estados Unidos planta cara a China y a sus políticas que atentan contra los derechos humanos, pero no quiere salpicar con la polémica decisión de no asistir al encuentro deportivo a los atletas estadounidenses ni al cambio de rumbo en las relaciones con su principal enemigo comercial y tecnológico tras haber limado asperezas en la reunión virtual.

“El presidente Biden expresó su preocupación por las prácticas en Xinjaing, Tíbet y Hong Kong, así como por los derechos humanos en general”, puntualizó la Casa Blanca tras la reunión Biden-Xi.

La reunión entre las dos superpotencias no incluyó el tema de los Juegos Olímpicos de Invierno, aunque en la agenda del presidente chino sí estaba previsto tratarlo y se esperaba incluso que extendiera la invitación personal al presidente estadounidense.

A la espera de una decisión, la Casa Blanca sí ha trasladado al presidente una recomendación formal, que espera ser aprobada antes de que acabe noviembre, según fuentes de la Casa Blanca. Pero Biden no es el único al que se apunta con el dedo en Estados Unidos ante el posible escenario de acordar un complot diplomático.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, solicitó durante una audiencia en el Congreso el pasado mes de mayo que se diera ese complot diplomático de Estados Unidos a los Juegos Olímpicos para expresar con esa maniobra la preocupación internacional por los abusos de China hacia los derechos humanos sin perjudicar a los deportistas estadounidenses.

“¿Qué autoridad moral tiene si está dispuesto a presentar sus respecto al gobierno chino mientras comete genocidio?”, dijo la presidenta de la Cámara Baja “El silencio sobre este tema es inaceptable. Permite los abusos en China”, añadió Pelosi.

La situación actual recuerda a tiempos pasados cuando, en 2008 y bajo el contexto de represión en Tíbet, el ex presidente George W. Bush aceptó la invitación del entonces presidente de China, Hu Jintao, a asistir a los Juegos Olímpicos de Verano en Pekín. Bush acudió al encuentro deportivo, pero dio una de cal y otra de arena al reafirmar su apoyo a los derechos humanos recibiendo al Dalai Lama en la capital estadounidense y otorgándole el reconocimiento de la Medalla de Oro del Congreso.