Este es el “breve tiempo” que Kamala Harris será presidenta de Estados Unidos

La que hasta ahora era vicepresidenta de EE.UU,Kamala Harris hará historia este viernes al convertirse en la primera mujer en ocupar durante un “breve período de tiempo” la Presidencia de Estados Unidos, mientras el actual gobernante, Joe Biden, es sometido a anestesia durante un examen médico de rutina.

“Siguiendo el procedimiento establecido en la Constitución, el presidente Biden transferirá el poder a la vicepresidenta durante el breve período de tiempo en el que esté bajo anestesia”, señaló Psaki, portavoz de la Casa Blanca, confirmando en un comunicado que el mandatario se tenía que someter a una colonoscopia durante esta jornada, el primer examen médico desde su llegada a la Casa Blanca.

Si todo sale según lo previsto, Kamala Harris dejará su cargo de presidenta de Estados Unidos en funciones a última hora de la tarde de este viernes. En principio, la visita médica del mandatario estadounidense no es grave, solo son unos exámenes médicos y volvería a su puesto, relegando de nuevo a Harris a la vicepresidencia. Solo unas horas, pero suficientes para ensanchar la historia de esta mujer que el pasado 20 de enero se convirtió en la primera en alcanzar la Vicepresidencia del país, así como en la primera afroamericana en ocupar ese puesto y la primera persona de origen indio o asiático en hacerlo. Psaki indicó que Harris “trabajará desde su oficina en la ala oeste durante este tiempo”.

El Gobierno estadounidense dará a conocer en las próximas horas los resultados del examen médico del presidente. Biden se sometió a su último examen completo en diciembre de 2019, cuando los médicos constataron que se encontraba “sano, vigoroso” y “apto para ejecutar con éxito los deberes de la Presidencia”, según se dio a conocer durante la campaña electoral.

La portavoz informó de que el presidente se trasladó este viernes al Centro Médico Walter Reed, ubicado en Bethesda, en el vecino estado de Maryland, para un examen físico de rutina. La actividad, sin embargo, no aparecía en la agenda oficial de Biden, quien con 78 años se convirtió en enero pasado el presidente de mayor edad de Estados Unidos. En la tarde de este viernes, anticipó la portavoz, la Casa Blanca difundirá “un resumen escrito del examen físico del presidente”.

No es la primera vez que un presidente relega el poder al vicepresidente o vicepresidenta. En 2002, el entonces presidente norteamericano George W. Bush se sometió “al mismo procedimiento”, y delegó el poder a su vicepresidente, Dick Cheney. Repitió la misma jugada en una segunda ocasión, en 2007. A principios de este año, la exsecretaria de prensa del expresidente Donald Trump, Stephanie Grisham, insinuó en un libro que el predecesor de Biden también se sometió a una colonoscopia en una visita secreta a Walter Reed en 2019, pero lo mantuvo en silencio para evitar transferir el poder presidencial al entonces vicepresidente Mike Pence. La opción de la transferencia del poder también estuvo abierta en noviembre del año pasado, durante la convalecencia de Trump tras dar positivo en coronavirus, aunque tampoco se llevó a cabo.

El doctor Kevin O’Connor, que ha sido el médico de cabecera de Biden desde 2009, escribió en una nota de tres páginas que el entonces candidato presidencial estaba en buena forma en general. En ese informe, O’Connor dijo que desde 2003, Biden ha tenido episodios de fibrilación auricular, un tipo de latido irregular que es potencialmente grave pero tratable. Una operación en 1988 fue el mayor traspié del actual mandatario, al requerir cirugía para reparar dos aneurismas cerebrales, protuberancias débiles en las arterias, una de las cuales tenía una fuga. Biden nunca ha tenido una recurrencia, dijo su médico, citando una prueba en 2014 que examinó sus arterias.

No obstante, su ex médico, Ronny Jackson, ya alertó en verano que el líder estadounidense tiene “complicado” terminar su mandato debido a la falta de aptitud para el puesto: “Algo está realmente mal con Biden, y solo va a empeorar. Ha pasado el punto de la vergüenza. Está perdido. Apenas puede formar una frase coherente”. Lo cierto es que las numerosas “siestas” y minutos en los que aprovechaba para dormir en cumbres o reuniones importantes, así como desliz al olvidarse de nombres o tropezones también llamaron a la preocupación.