Invasión

Crece la lista de políticos y activistas ucranianos secuestrados por las tropas rusas

EEUU cree que Moscú está secuestrando a los miembros más activos de la resistencia ucraniana, incluidos alcaldes de varias localidades

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El 12 de marzo, a las 10 de la mañana, el periodista Sergiy Tsyhipa salió de su casa para pasear al perro y llevarle la comida a su madre. Lo detuvieron en un puesto de control en el camino. Después de eso, nadie lo ha visto. Antes de su desaparición, Tsygipa escribió sobre lo que estaba ocurriendo en la ocupada Nova Kakhovka en la región de Jerson, en Ucrania. Tsygipa había participado en las protestas pacíficas y estuvo abiertamente en desacuerdo con las acciones de los ocupantes.

Este es solo uno de los casos conocidos de desapariciones o secuestros en el sur ocupado de Ucrania, en particular en Melitopol, Kajovka, Nova Kajovka, Berdyansk y Jerson.

Ya al comienzo de la invasión rusa en Ucrania, quedó claro que incluso si Rusia lograba derrotar al ejército ucraniano, siempre que fuera rechazado abrumadoramente por la población local, no sería fácil establecer y retener el dominio sobre el país de más de 40 millones.

Probablemente, los rusos no esperaban el rechazo casi total de los locales, probablemente se habían creído su propia propaganda sobre los “nazis” que tenían al “pueblo fraternal” ucraniano bajo su yugo. Sin embargo, los informes de la inteligencia estadounidense sobre las llamadas “listas de personas a matar o detener” indican que los rusos estaban listos para acabar con la resistencia eliminando a las personas más activas, como lo habían hecho en la propia Rusia.

Desde el comienzo de la ocupación se han producido protestas pacíficas en las ciudades de las regiones de Jerson y Zaporiyia. Miles de lugareños con banderas ucranianas no tienen miedo de empujar tanques, gritar que “Jerson (Melitopol, Berdyansk, Kajovka, etc.) es Ucrania” y exigir a los “orcos” o “fascistas rusos” que se retiren.

La mayoría de los políticos locales tampoco quieren cooperar con las tropas rusas. Así, el consejo regional de Jerson rechazó por 44 votos la propuesta rusa de reconocer la ocupación. En Berdyansk, el ayuntamiento ha abandonado el edificio de oficinas y continúa operando en un lugar secreto. Solo algunos políticos han aceptado cooperar.

Queda claro que, incapaces de influir en la situación a través de acuerdos, los rusos han comenzado a recurrir a métodos ilegales. El 11 de marzo, el alcalde de Melitopol, Ivan Fedorov, fue secuestrado del ayuntamiento y llevado a un lugar desconocido. Más tarde se supo que las autoridades de las llamadas Republicas Populares de Donetsk y Luhansk lo acusaron de “ayudar a los terroristas”. Finalmente, Fedorov fue liberado como parte un intercambio de prisioneros.

Al día siguiente de su secuestro, varios miles de manifestantes acudieron al ayuntamiento exigiendo el regreso del alcalde. Una de las organizadoras, Olga Gaisumova, desapareció sin dejar rastro el mismo día, así como también otro activista, el periodista de Kakhovka Oleg Baturyn. Al igual que su camarada Ivan Tsygipa, Oleg no había ocultado su oposición a la agresión rusa y se había inscrito como voluntario para patrullar las calles de la ciudad.

El 13 de marzo desaparecieron el alcalde de Dniprorudne en la región de Zaporizhia, Yevgen Matveev, y el presidente del consejo del distrito de Melitopol, Serhiy Priyma. Los rusos llegaron a registrar el apartamento de Priyma a las 7:30 de la mañana, confiscaron su teléfono y se lo llevaron. El empresario y organizador de la manifestación Vitaliy Shevchenko fue secuestrado el jueves en un café en el pleno centro de Berdyansk. En Melitopol, según la prensa local, varias personas fueron detenidas en las protestas de los últimos días y aún se encuentran en paradero desconocido.

La desaparición de los activistas y políticos en el sur de Ucrania es similar a lo que ha estado sucediendo ya durante mucho tiempo en Donetsk y Luhansk. El periodista Stanislav Aseyev pasó dos años en la prisión ilegal “Isolatsiia” en Donetsk y describió su experiencia en el libro “El camino de la luz: la historia de un campo de concentración.” Durante su tiempo allí, fue torturado y acosado psicológicamente, totalmente desconectado del mundo, como miles de otras personas.

Los activistas de derechos humanos ucranianos han hecho un llamamiento a varias organizaciones internacionales para exigir que Rusia libere a todos los detenidos y cumpla con las disposiciones de la Convención de Ginebra relativa a la protección de población civil en tiempo de guerra. Afirman que 20 voluntarios locales han sido arrestados también en el este de Volnovakha, en la región de Donetsk.

A pesar de la presión constante, el periódico de Jerson “Kavun” afirma: “¡Los ocupantes no lograrán intimidarnos, porque Jerson y la región de Jerson son Ucrania!”