Entrevista

Yuri Andrujovich: “El Ejército ruso es débil y está totalmente devorado por la corrupción”

“Ni siquiera los nazis provocaron tanto dolor a los ucranianos”, asegura el autor el poeta y novelista ucraniano

El escritor ucraniano Yuri Andrujovich
El escritor ucraniano Yuri Andrujovichvalentyn kuzanValentyn Kuzan

Yuri Andrujovich (1960) sigue escribiendo poemas y novelas desde su ciudad natal de Ivano-Frankivsk, en el oeste de Ucrania, mientras ve con tristeza y rabia cómo su país sufre el ataque de las tropas rusas. Autor de novelas como «Doce anillos» y ensayos como «Mi Europa» (editorial Acantilado), responde a las preguntas de LA RAZÓN y explica que él, como el resto de ucranianos que viven en la relativamente tranquila zona occidental del país, ayuda en lo que puede a sus compatriotas que huyen del horror de la guerra.

“Por suerte, este no es el peor lugar de la Ucrania actual, sino uno de los lugares más seguros”, explica Andrujovich por correo electrónico. “Puedo trabajar bastante bien en mi ordenador portátil sentado en el refugio. Además, en la ciudad puedes conocer a muchos recién llegados, son los refugiados de las regiones donde la guerra es realmente horrible. Aquí no estamos bajo bombardeos, no vemos las ruinas de nuestras ciudades. Pero, por supuesto, tratamos de ayudar a nuestros conciudadanos tanto como podemos”, explica el novelista, autor de obras como “Perverzión”, “Moscoviada” o “El último territorio”.

¿Cómo ha cambiado el sentimiento ucraniano con respecto a Rusia y al pueblo ruso después de la invasión? ¿Rusia y Ucrania ya no son países cercanos y amigos?

En realidad nunca lo fueron. Rusia siempre ha considerado a Ucrania como algo defectuoso y ridículo. En opinión de un ruso medio, Ucrania no debería ser un país independiente porque pertenece al “mundo ruso”. Ellos deciden por nosotros, quiénes somos y quiénes debemos ser. A nadie le gusta una cosa así. Hace 100 años, uno de los principales políticos ucranianos, el jefe del entonces primer gobierno, formuló una cosa muy clara: “La democracia rusa termina en la cuestión ucraniana”. Nadie, ni siquiera los nazis, ha traído a los ucranianos tanto dolor y sufrimiento como los rusos. Después de las últimas atrocidades rusas en muchas ciudades y pueblos de mi país, la habitual distancia y discreción de los ucranianos hacia los rusos se ha convertido en odio. Como escribió una joven poeta ucraniana (ya en 2014): “Nunca seremos hermanos para ti”.

Según la opinión de Putin, Ucrania no existía como país en el pasado.

Es la tesis absurda de un loco. El estado ucraniano, con capital en Kiev, surgió en el siglo IX, 300 años antes de la fundación de Moscú. En tiempos de Pedro I y Catalina II los funcionarios rusos habían aceptado una “teoría histórica” de que sus raíces se asientan en el antiguo estado de Kyivan. Necesitaban apropiarse de parte de nuestra historia, endurecerla, para sentirse “mucho más antiguos”, con mucha más tradición. Fue una de las falsificaciones ideológicas más descaradas de la historia. Ahora Putin continúa con esta línea megafalsa.

¿Le sorprendió la invasión de Rusia?

Para nada. Puedo decir más: estaba absolutamente seguro de que vendría algo así. Tarde o temprano pero era inevitable. Esta era la voluntad de Putin desde 2000, cuando se convirtió en presidente de Rusia. Y su máquina estatal simplemente multiplicó durante este tiempo el odio a los ucranianos, a nuestro, como ellos lo llamaron, “estado fallido”. La propaganda se hizo cada vez más aguda. Era como una enorme bomba mortal que no puede evitar explotar algún día. Cuando vi en la madrugada del 24 de febrero las enormes franjas de humo negro en el cielo, después del ataque con cohetes rusos en el aeropuerto de nuestra ciudad, solo pensé: “Finalmente. Empezaron”.

¿Sobrevivirá Ucrania si Putin tiene éxito y decide dividir el país?

No contemplo esa opción. Las opciones de Putin han resultado ser muy limitadas. Su ejército es débil y está totalmente devorado por la corrupción. Los soldados están desmoralizados, no pueden luchar en la guerra contemporánea. Imagínese: ¡en el siglo XXI todavía usan los mapas militares hechos en la década de 1960! ¡Las provisiones de alimentos con las que habían invadido Ucrania tenían fecha de caducidad de 2015! ¡Ya han perdido en esta campaña fallida a siete generales del ejército! Creo que es solo una cuestión de tiempo la expulsión rusa de los territorios ucranianos.

¿Se sienten los ucranianos abandonados por la OTAN y los países occidentales? Muchos prometieron integrar a Ucrania en la UE y en la OTAN…

No nos hemos quedado solos porque recibimos muchas armas de los países que pertenecen a la OTAN. Sin esa ayuda estaríamos resistiendo de todos modos pero no de una manera tan efectiva y exitosa. Estoy seguro de que recibiremos una invitación para ingresar en la OTAN después de esta guerra, aunque solo sea porque el ejército ucraniano será reconocido como uno de los mejores de Europa. Será, pues, una necesidad estratégica para la OTAN tener en la organización a este país miembro en el lado más oriental con un ejército tan efectivo.

¿Cree que será una guerra larga?

Depende de la ambición de las sanciones occidentales. No será una guerra larga si las sanciones son realmente cruciales, como por ejemplo el embargo de combustible. Ahora las sanciones son en su mayoría insuficientes y más bien decorativas; con tales sanciones Rusia puede sobrevivir. Por supuesto, tiene problemas, pero puede durar meses y años si no se agudizan las sanciones. Solo un ejemplo: desde el primer día de esta guerra, Rusia obtuvo de los países de la UE más de 47.000 millones de euros por la venta de su gas y petróleo. Al mismo tiempo, Ucrania recibió mil millones de euros como ayuda europea. ¿Puedes comparar 35 y 1? Y la segunda condición: más armas para Ucrania. Y si es posible, no los viejos equipos soviéticos sino los occidentales más modernos. Estoy seguro de que los ucranianos podrán dominarlos muy pronto. Como ya han dominado los Javelins, Stingers y NLUWs.

¿Cómo era Ucrania antes de la guerra? ¿Puede describir algunos aspectos del país, su sociedad y su gente? ¿Sigue siendo bastante visible el legado de la Unión Soviética?

Hay una cosa bastante típica. Nuestros servicios de seguridad del estado interceptan las llamadas telefónicas realizadas por soldados rusos llamando a sus familias. Uno de los detalles más populares es este: los rusos están absolutamente sorprendidos de lo bien que viven los ucranianos en comparación con ellos en Rusia. “Mamá, viven como europeos, ¿sabes?”. Siempre puedes escuchar algo como esto. Por eso siempre andan merodeando y robando. Soldados de Rusia irrumpen metódicamente en casas ucranianas, tanto en edificios de apartamentos de varios pisos como en viviendas unifamiliares. En todos lados. Agarran todo lo que ven: ropa, zapatos, alcohol, joyas, perfumes, lavadoras, ordenadores, teléfonos inteligentes, cuchillos, tenedores”. ¿Cómo se atreven a vivir tan jodidamente mejor como nosotros?”, es así como los rusos lloran en sus llamadas a sus familiares. Después de la revolución de Maidan en 2014, Ucrania hizo mucho por su desarrollo social y económico.

¿Fue la ayuda europea determinante?

Se construyeron buenas carreteras, nuevas estaciones de servicio en todas partes, muchos hoteles nuevos y cómodos, buenos restaurantes, se levantaron aeropuertos, porque obtuvimos de la UE un régimen sin visa y nos convertimos en un país abierto. Las ciudades se estaban volviendo cada vez más amigables para la convivencia. Durante los últimos años he preferido viajar más dentro de Ucrania que al extranjero. Al mismo tiempo, tuvimos una campaña estatal muy fructífera de desovietización; como resultado, ya no quedan monumentos soviéticos, y los antiguos nombres soviéticos en la toponimia son cada vez más raros. Este proceso ha sido apoyado por una gran mayoría de la población, especialmente después de que Rusia nos atacara en 2014 anexando nuestros territorios. No hay posibilidad para la nostalgia soviética.

¿Cuál es el objetivo real de la estrategia de Putin en Ucrania?

Ahora parece ser mucho más modesto que el 24 de febrero. Ahora solo quiere cortar nuestra región más oriental (donde de hecho tomó el control desde 2014) y, lo que es nuevo, una parte del sur de Ucrania, la costa de dos mares. Pero al principio de la guerra su plan era absolutamente gigantesco. Pretendía una liquidación total del estado ucraniano y la aniquilación física de millones de ucranianos. Era un claro plan de genocidio. Después de esa “aniquilación de Ucrania”, ampliaría su estrategia atacando a alguno de nuestros vecinos occidentales para destruir la OTAN. Putin sueña con un nuevo orden mundial basado en la dominación rusa sobre toda Europa. Su error es mayúscula: Ucrania es el país donde siempre se rompe los dientes. Así sucedió en 2004 (Revolución Naranja), 2013-14 (revolución del Euromaidan) y 2014-15 (con su «proyecto de la Nueva Rusia»). Todos esos intentos fueron en vano. Ahora es su último intento desesperado que traerá el colapso para él y su sistema.