A huevazo limpio
Detenido un hombre por lanzar huevos contra Carlos III
El activista llegó a tirar al menos tres huevos contra él y la reina consorte Camila en York
El rey Carlos III y su esposa, la reina consorte Camila, evitaron por poco que les lanzaran huevos durante una visita al norte de Inglaterra el miércoles, lo que provocó una detención.
El monarca, de 73 años, y Camila, de 75, fueron objetivo de tres huevos que cayeron cerca de ellos durante un paseo por York, antes de que fueran apartados por sus guarda espaldas
Mientras se producía el incidente, se oyó a un hombre gritar “este país se construyó sobre la sangre de los esclavos” y “No mi rey”, antes de ser detenido por varios agentes de Policía, según mostraron las imágenes emitidas por las emisoras locales.
El manifestante también abucheó a la pareja real antes de que pareciera lanzarles los huevos, según los periodistas presentes.
Otras personas de la multitud que se había reunido en el histórico bar Micklegate para la visita empezaron a corear “Dios salve al Rey” y “qué vergüenza” contra el manifestante.
Carlos y Camila continuaron con la tradicional ceremonia de bienvenida oficial del soberano a la histórica ciudad por parte de su lord mayor, mientras la Policía ponía bajo custodia al presunto agresor.
“Un hombre de 23 años fue detenido como sospechoso de un delito de orden público”, indicó la Policía de North Yorkshire en un comunicado. “Actualmente permanece bajo custodia policial”.
Los medios de comunicación británicos lo nombraron como un ex candidato del Partido Verde y activista del grupo de protesta ambiental Extinction Rebellion.
Dos meses sin Isabel II
Los miembros de la realeza se encontraban en York para asistir a la inauguración de una estatua de la madre de Carlos, la reina Isabel II, la primera que se instala desde su muerte el 8 de septiembre.
El nuevo rey, que subió inmediatamente al trono ese día, no hizo ninguna referencia al incidente al pronunciar posteriormente un breve discurso.
El martes, Carlos III se reunió con artistas en otra ciudad de Yorkshire, Leeds, que habían participado en un proyecto que exploraba el papel de Gran Bretaña en la esclavitud, y reveló que estaba abierto a conversaciones sobre el tema.
“Está dispuesto a mantener estas conversaciones y a ver qué se puede hacer”, asevró a la prensa Fiona Compton, una artista e historiadora de Santa Lucía que conoce al monarca y que participó en el proyecto.
“Está de acuerdo, es la historia británica, no debe ocultarse”.
“Del mismo modo que hablamos del Holocausto, deberíamos estar abiertos a hablar de la participación de Gran Bretaña en la trata de esclavos”, añadió Compton, cuyo padre fue primer ministro de Santa Lucía.
Peticiones de disculpas
El tema ha enfrentado cada vez más a la familia real, ya que los crecientes movimientos republicanos en los países de la Commonwealth con el monarca británico como jefe de Estado piden a la Corona que se disculpe por la trata de esclavos y expíe la colonización.
Durante una gira por el Caribe del hijo mayor del rey, el príncipe Guillermo, a principios de este año, tuvo que hacer frente a las protestas por los pasados vínculos de la realeza con la esclavitud, las demandas de reparación y el creciente sentimiento republicano.
El hermano menor de Carlos, el príncipe Eduardo, experimentó protestas similares y canceló un viaje a Granada tras las protestas pro-republicanas.
En el ámbito nacional, Carlos es menos popular que su difunta madre, que mantuvo unos índices de popularidad muy favorables a lo largo de sus siete décadas de reinado, que batieron todos los récords.
La última encuesta de YouGov reveló que el 44% de los adultos tenía una opinión positiva de él, en comparación con casi tres cuartas partes de la reina Isabel II.
A pesar de haber promovido causas medioambientales durante décadas, los activistas del clima untaron el mes pasado un pastel de chocolate sobre un modelo de cera de Carlos en el museo Madame Tussauds de Londres.
Durante el periodo de luto nacional por la reina en septiembre, los movimientos republicanos dijeron que las opiniones antimonárquicas fueron ahogadas.
Se criticó la gestión policial de los manifestantes que cuestionaron públicamente el principio heredero del acceso de Carlos.
Mientras tanto, en Londres, el miércoles, un hombre que tenía “fijación” por acceder a los terrenos reales se libró de ir a la cárcel tras haber entrado dos veces en el Palacio de Buckingham el año pasado.
Daniel Brydges, de 33 años, fue condenado a 12 semanas de prisión, con suspensión de la pena durante 18 meses, tras declararse previamente culpable de dos cargos de allanamiento de un lugar protegido y de daños criminales.
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