Corrupción
La Eurocámara inicia el procedimiento para levantar la inmunidad a dos eurodiputados por el “Qatargate”
Uno de ellos reconoce no haber declarado un viaje sufragado por las autoridades del país árabe en 2020
El Parlamento Europeo ha comenzado este lunes el procedimiento para levantar la inmunidad de los eurodiputados del Partido Socialista Marc Tarabella y Andrea Cozzolino por su implicación en el escándalo bautizado como “Qatargate”. El pasado 2 de enero la Justicia belga solicitó a la Eurocámara dar este paso y este lunes la presidenta de la institución, Roberta Metsola, ha anunciado el comienzo del procedimiento.
A partir de ahora, la comisión de Asuntos Jurídicos del Parlamento Europeo tiene que designar un ponente que deberá redactar un informe a favor o en contra del levantamiento de la inmunidad parlamentaria, un paso necesario para que la Justicia belga pueda continuar con sus pesquisas dentro de la investigación relacionada con una presunta trama de sobornos para beneficiar la imagen de Qatar y Marruecos. De momento, cuatro sospechosos permanecen en prisión provisional acusados de pertenencia a organización criminal, corrupción y blanqueo de capitales.
Los concernidos por el levantamiento de la inmunidad pueden comparecer ante la citada comisión para defender su postura acompañados de un abogado, aunque este último no puede intervenir. Esta cita será a puerta cerrada y como paso previo a la votación del informe por parte de la Comisión de Asuntos Jurídicos. Tras este tramite, será el pleno del Parlamento Europeo el que deberá pronunciarse por mayoría simple. Se espera que la mayoría a favor del levantamiento de la inmunidad se casi unánime, tal y como sucedió cuándo la Eurocámara votó a favor de que la eurodiputada griega Eva Kaili fuera suspendida en su puesto de vicepresidenta. La Eurocámara está tramitando este procedimiento por la vía de urgencia y espera que la votación definitiva pueda tener lugar en la sesión plenaria de mediados del mes de febrero.
El levantamiento de la inmunidad no prejuzga la culpabilidad de los acusados, pero sí facilita las investigaciones de la Justicia belga. En el caso de Kaili no fue necesario dar este paso, ya que fue sorprendida en flagrante delito después de que su padre fuera pillado con un maletín que guardaba 600.000 euros en metálico en el hotel Sofitel de la capital comunitaria. Esto también posibilitó que el domicilio que compartía con su pareja, el también acusado Francesco Giorgi, fuera registrado y se encontraran 150.000 euros y joyas de oro.
Según informaciones de la prensa belga, Giorgi en su primera declaración ante la Justicia del país inculpó tanto a su ex jefe, el eurodiputado hasta 2019 Antonio Panzeri, el considerado cerebro de la trama, como al eurodiputado belga Marc Tarabella y Andrea Cozzolino, su jefe hasta el día de su detención. El pasado 10 de diciembre un día después de que se produjeran los primeros arrestos, fue registrado el domicilio de Tarabella, sin que éste fuera encarcelado. Aunque no se encontró dinero en el domicilio del político belga, la Policía se incautó de teléfonos y ordenadores y se desconoce si ha encontrado algún tipo de material comprometido que podría conllevar su detención provisional tras el posible levantamiento de la inmunidad.
Aunque Tarabella niega su implicación en el escándalo, este domingo su abogado tuvo que acabar reconociendo que el eurodiputado no informó de un viaje pagado por Qatar en 2020, tal y como era su deber como representante de la Eurocámara. Tanto Tarabella como Cozollino decidieron suspender su pertenencia al Partido Socialista, pero esto podría ser tan solo el principio. Se espera que esta familia política, que se ha personado como acusación particular ante la Justicia belga, proceda esta misma semana a la exclusión de los dos eurodiputados para que estos formen parte del grupo mixto mientras tiene lugar la investigación judicial, ya que durante este periodo de tiempo seguirán conservando su escaño.
Dentro de los nombres que también se encuentran en el ojo del huracán se encuentra el de la eurodiputada Marie Arena, uno de cuyos asistentes fue investigado ya que trabajaba para la organización fundada por Panzeri, después de que este abandonara su escaño en 2019. De momento, la Justicia belga no ha pedido el levantamiento de la inmunidad de esta eurodiputada, pero también ha tenido que admitir no haber declarado un viaje a Qatar pagado por las autoridades del país. Arena defiende su inocencia, si bien ha renunciado a su puesto como presidenta de la subcomisión de Derechos humanos del Parlamento Europeo.
En un breve intervención al comienzo de la sesión plenaria, Metsola ha prometido medidas para luchar contra la corrupción y la posible interferencia de potencias extranjeras como modo de “reconstruir la confianza con los ciudadanos europeos que representamos”. Este pasado jueves, la política maltesa presentó ante la conferencia de presidentes de la institución un plan de 14 puntos. Uno de los grandes temores reside en que este escándalo de corrupción acabe dando alas a los partidos euroescépticos a tan solo 18 meses de las próximas elecciones europeas.
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