Cargando...

Defensa

Adiós a ser detectado: los marines de Estados Unidos se vuelven indetectables gracias a la tecnología creada por la élite de las Fuerzas Especiales

Los Marines de Estados Unidos miran a Australia para su futuro en el mar y ya prueban una nueva y sofisticada lancha de reconocimiento, diseñada por exmilitares, para sus misiones de infiltración y vigilancia

Los marines de EE UU se entrenan en Noruega para defender el flanco norte de la OTAN ante Rusia U.S. Marines

Operar sin ser visto, sin alertar al enemigo y sin dejar el más mínimo rastro. Esa es la máxima que guía a las unidades de élite del Cuerpo de Marines de Estados Unidos, y ahora cuentan con una nueva herramienta para cumplirla. Se trata de una lancha de alta tecnología, la MMRC Bravo, equipada con sistemas de radar avanzado y visión infrarroja FLIR que le permiten navegar y observar en la más completa oscuridad, garantizando así la ventaja táctica en cualquier incursión costera. Esta clase de equipamiento subraya la importancia de la discreción en las operaciones militares modernas, una doctrina que se extiende a toda la fuerza naval, donde la Armada de Estados Unidos guarda con celo cuántos de sus barcos están realmente operativos.

De hecho, lo que hace especial a este proyecto no es solo su tecnología, sino su origen. La embarcación es una creación de la firma australiana The Whiskey Project Group, una compañía fundada por antiguos miembros de las Operaciones Especiales de su país. El diseño es, por tanto, fruto de la experiencia directa en el campo de batalla, concebido por quienes conocen de primera mano las exigencias de una infiltración sigilosa en territorio hostil.

En este sentido, el modelo que actualmente se somete a evaluación es una versión de 11 metros de eslora, diseñada específicamente para el transporte de unidades especializadas en misiones de reconocimiento, vigilancia y adquisición de objetivos. Su cometido principal es moverse con agilidad y discreción por entornos litorales complejos, una capacidad fundamental para el éxito de estas operaciones, según informa el medio Defensa.

Una alianza estratégica con producción en suelo estadounidense

Por otro lado, esta colaboración entre Australia y Estados Unidos se ha materializado en un contrato valorado en millones. La fase inicial de pruebas, que contempla la entrega de las primeras unidades a lo largo de 2024, supone una inversión de 33,8 millones de dólares australianos, un acuerdo que refuerza los lazos estratégicos entre ambos países en el ámbito de la defensa. Esta adquisición se alinea con las nuevas directrices de modernización de las fuerzas navales, ya que el jefe de la Armada de Estados Unidos ha hecho la gran promesa de reforzar la flota para hacer frente a futuros desafíos.

Asimismo, para asegurar una cadena de suministro fluida y un soporte logístico ágil, la compañía australiana ha decidido dar un paso de envergadura. The Whiskey Project Group ha establecido sus propias instalaciones de fabricación en el estado de Carolina del Norte, un movimiento que no solo facilitará la producción para las fuerzas armadas estadounidenses, sino que también permitirá adaptar las embarcaciones a los requerimientos específicos que puedan surgir en el futuro.