
Guerra comercial
La Administración Trump redobla la presión a distintos países para lograr acuerdos
Asegura que cincuenta países se han acercado a él para trabajar con reciprocidad

«China también quiere llegar a un acuerdo, desesperadamente, pero no saben cómo empezarlo. Estamos esperando su llamada. ¡Sucederá!» Sin embargo, contrario a lo dicho por el republicano en las últimas horas el gobierno chino ha manifestado estar preparado para «ir hasta el final», escribió Trump en Truth Social poco antes de anunciar que eleva los aranceles a China hasta el 104 por ciento a partir de la medianoche de ayer por las represalias de Pekín, informó este martes la portavoz de la Casa Blanca a la cadena «Fox Business».
El tablero del comercio mundial sigue moviéndose al hilo de las decisiones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien en las últimas horas anunció que inició conversaciones con Corea del Sur para lograr un acuerdo que arregle el «enorme e insostenible superávit, los aranceles, la construcción naval, la compra a gran escala de gas natural licuado (GNL) estadounidense, su empresa conjunta en un gasoducto en Alaska y el pago por la gran protección militar que proporcionamos a este país», dijo el mandatario a través de Truth Social. El anuncio se dio tras una llamada con el presidente interino de Corea del Sur, y en su publicación Trump aprovechó para decir que «también estamos negociando con muchos otros países, todos los cuales quieren llegar a un acuerdo con Estados Unidos», dijo. «Al igual que con Corea del Sur, estamos abordando otros temas que no están cubiertos por el comercio y los aranceles, y los estamos incluyendo en las negociaciones».
Todas estas medidas fueron abordadas en el Congreso este martes por el Representante de Comercio de EE UU, Jamieson Greer, quien testificó ante el Comité de Finanzas del Senado sobre la agenda comercial de la administración Trump.
La audiencia se llevó a cabo mientras el presidente Trump enfrenta críticas por su más reciente y amplio anuncio de aranceles, que impuso un impuesto base del 10 por ciento a casi todos los socios comerciales extranjeros, así como aranceles recíprocos más altos a varias naciones. La medida, que Trump ha afirmado que impulsará la inversión en EE UU, ha generado preocupaciones sobre una posible recesión debido a caídas en el mercado bursátil. Durante la comparecencia, Greer defendió que «nuestro déficit comercial, impulsado por estas condiciones no recíprocas, es una manifestación de la pérdida de la capacidad de la nación para fabricar, cultivar y construir, y el Presidente reconoce la urgencia del momento». Dicho esto, Greer confirmó que los aranceles anunciados por el presidente Trump el 2 de abril entrarán en vigor este miércoles. Además, aseguró que casi «50 países» se han acercado a él para discutir la política económica de la administración y «explorar cómo lograr la reciprocidad».
Siguiendo la línea del mandatario, ratificó que China –la segunda potencia económica del mundo– no es uno de ellos y que «no ha indicado» que quiera trabajar con Estados Unidos hacia la «reciprocidad». Greer, cuestionado por las consecuencias de una guerra comercial abierta con el gigante asiático, dijo que «en el primer mandato de Trump, el Presidente impuso aranceles históricos a una enorme cantidad de bienes provenientes de China y, durante ese período, la inflación bajó un 0.1%». Por el contrario, criticó, «durante la administración de Biden, hubo poca aplicación y poca comunicación, y los chinos no cumplieron con este acuerdo, en gran parte», en referencia a las reglas establecidas por ambos países tras el fin de esa batalla comercial.
El funcionario dijo que no cree que habrá excepciones para los aranceles sobre Asia: «He escuchado durante muchos años a los fabricantes textiles que desearían una situación en la que la manufactura textil y de prendas de vestir del hemisferio occidental sea más competitiva, y estamos creando las condiciones para que eso ocurra», sentenció.
Más adelante, la senadora demócrata Elizabeth Warren lo increpó cuando Greer se negó a decir si considera que Trump levantaría los aranceles si provocaran la pérdida de empleo de tres millones de estadounidenses y si causaran un aumento desmesurado de la inflación. La respuesta de Greer fue que el presidente Trump no aceptará una situación en la que «Wall Street controle la economía».Mientras esto ocurría en el Capitolio, también el Secretario del Tesoro, Scott Bessent, intentaba apaciguar las aguas tras la caída de los mercados y la incertidumbre para la creación de negocios.
El funcionario dijo en una entrevista que espera que las empresas adopten una actitud de esperar y ver cómo se desarrollan las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y sus socios comerciales antes de tomar decisiones sobre la construcción de nuevas plantas en el país. Sin embargo, afirmó que ya se están preparando para dar ese paso.
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