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Francia

La alerta de una docente salva a tres menores que vivían con su madre en un piso lleno de excrementos

La mujer de 35 años ha sido condenada tras descubrirse que mantenía a sus hijos en una vivienda sin condiciones mínimas de higiene

La Fundación Meniños impulsa una campaña para promover entornos libres de violencia en menores Junta de AndalucíaEUROPAPRESS

La justicia francesa ha dictado una pena de doce meses de prisión condicional contra una mujer de 35 años que reconoció haber dejado a sus hijos de 5, 9 y 13 años en condiciones de insalubridad extrema. Los menores vivían entre restos de comida en descomposición, excrementos y basura acumulada en un apartamento de la localidad de Quimper, al oeste del país.

El caso salió a la luz en mayo de 2024 tras la alerta de una funcionaria escolar, que advirtió que la menor de cinco años acudía con frecuencia sucia, con heridas visibles y signos de no haber comido. Aquella observación activó la respuesta de los servicios sociales y de la policía, que descubrieron un escenario de abandono severo en la vivienda familiar.

Cuando los agentes entraron al piso describieron un olor nauseabundo, desechos en el suelo y sanitarios inutilizables. Los inodoros estaban llenos de heces, la ducha era impracticable y la vivienda presentaba montones de basura de varios decímetros de altura. La progenitora admitió después ante el tribunal: “Descuidé por completo a mis hijos. No fui una buena madre”.

Un rescate que evitó mayores riesgos

La investigación confirmó que la situación generó graves consecuenciasfísicas y psicológicas. Se constató que los hermanos mayores se agredían entre sí y que la niña pequeña sufrió incluso quemaduras con un encendedor. En la escuela, la mayor de las hijas se presentaba sucia, demacrada y sin el material básico escolar. La fiscalía advirtió que existió “una negligencia tal que se puso en riesgo la salud de los niños, expuestos a todos los peligros en un entorno insalubre”.

Tras la intervención, los tres menores fueron puestos bajo tutela y trasladados a hogares de acogida. Las abogadas que los representan subrayaron ante el tribunal que las secuelas del abandono serán duraderas y en buena parte irreparables.

El defensor de la acusada reconoció las graves deficiencias de su clienta y explicó que la mujer asumió sus responsabilidades entre sentimientos de vergüenza y arrepentimiento. Finalmente, el Tribunal Penal de Quimper dictó la condena solicitada por la fiscalía: un año de prisión condicional y la pérdida de la custodia de los menores, que permanecerán bajo protección del Estado.