Análisis
“El ganador va a tener que lidiar en su gobierno con los efectos de una campaña altamente polarizada”
La experta Victoria Llorente analiza para LA RAZÓN los resultados de las elecciones colombianas
¿Es Colombia un país muy polarizado? ¿El resultado electoral dividirá aún más la sociedad?
En Colombia tenemos un contraste: la mayoría de las personas se consideran en el centro político, sin embargo, la campaña por la presidencia ha sido muy polarizada.
En marzo, la autoridad estadística del país, DANE, presentó los resultados de la “Encuesta de Cultura Política (ECP)” 2021. Esta encuesta, al preguntar por la posición ideológica de los colombianos, encontró que el 44 % de los encuestados se identifica con el centro político. Mientras que la posición ideológica de “derecha” se ubica en el 18% y la de “izquierda” en el 14%. Estas orientaciones no fueron decisivas en la contienda electoral. Así, la opción de centro, representada por el candidato Sergio Fajardo, no logró recoger los votos de los ciudadanos alineados con esa posición, al contrario, su desempeño electoral fue muy pobre.
La campaña presidencial (y a esto han contribuido los distintos candidatos), en cambio, ha sido polarizada porque le da a entender a los ciudadanos que tienen que elegir entre candidatos que representan alternativas altamente contrastantes y contrapuestas. En el primer tramo de esta campaña, que llegó hasta la primera vuelta, esa contraposición fue encarnada por Gustavo Petro y Federico “Fico” Gutiérrez (el cambio vs. la continuidad).
Los sorpresivos resultados del 29 de mayo, en los que el ingeniero Rodolfo Hernández logró pasar a segunda vuelta, rompieron momentáneamente la dicotomía, porque tanto él como Petro representaron opciones de cambio frente el actual gobierno. Sin embargo, con el paso de los días, nuevamente el tono de la campaña volvió a ser polarizador, mostrando a los dos candidatos como dos extremos opuestos, no necesariamente en sus propuestas, sino en su talante, estilo de gestión e incluso estilo de vida.
Es incierto si el resultado de las elecciones va a dividir más a la sociedad. Probablemente la ciudadanía mantendrá porcentajes similares en la distribución de su ideología política: izquierda – centro - derecha. Lo claro, es que gane quien gane va a tener que lidiar en su gobierno con los efectos de una campaña altamente polarizada, por ejemplo, la desconfianza profunda de los ciudadanos que votaron por la otra opción.
¿Cree que Colombia ha encontrado aún el camino de la paz pese a los acuerdos de La Habana?
Hay que empezar por reconocer que la implementación del Acuerdo ha avanzado, si bien de forma moderada. Al respecto, el instituto Kroc en su informe más reciente de seguimiento, señala que del total de asuntos que incluye el Acuerdo Final, 30% se encuentra en estado completo, 19% intermedio, 36% mínimo y 15% sin iniciar. Adicionalmente, acaba de cumplir 5 años, lo cual es un hito importante porque no todos los pactos de paz llegan a este punto.
Esta trayectoria permite identificar que existen obstáculos para la implementación, pero también que algunos de los asuntos que se querían transformar mediante el Acuerdo requieren de mayor tiempo y otros instrumentos de política pública de mediano y largo plazo. En ese sentido, no se puede esperar que su implementación impacte directamente la prosperidad del país. Un mayor efecto, desafortunadamente negativo, lo tuvo la pandemia y el confinamiento vivido entre 2020 y el 2021.
En cambio, ¿cuál es nuestra paz posible? Se pueden ver aportes del Acuerdo en asuntos concretos, algunos ejemplos: una disminución significativa en cifras de violencia armada al momento de la firma, un alto compromiso de los desmovilizados con el proceso de reincorporación, inversiones en los territorios más afectados por la violencia a través de los Programas de Desarrollo con enfoque Territorial, aportes a la verdad sobre el conflicto gracias al trabajo de la Justicia Especial para la Paz y la Comisión de la Verdad. También ha permitido visibilizar en la agenda pública conflictividades latentes que estaban bajo la sombra del conflicto armado (en los paros nacionales de 2019, 2020 y 2021 hemos visto la diversidad de estos conflictos).
El Acuerdo no es el centro del actual debate presidencial. Ambos candidatos han dicho que apoyan su implementación, por supuesto con matices. Esto es una señal favorable para seguir capitalizando logros concretos luego de cerrar el conflicto armado con la guerrilla de las FARC.
Victoria Llorente es directora de la Fundación Ideas para la Paz
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