Dos mujeres disputarán la presidencia de México en una elección histórica

En México, la política se ha anotado un hito histórico: por primera vez el país latinoamericano pudiera tener una mujer como presidenta. Es lo que se espera ocurra vista la postulación como candidata presidencial de Claudia Sheinbaum, ex jefa de Gobierno de la capital Ciudad de México por parte del partido oficialista Morena.

La candidatura se ha definido luego de un proceso interno en el partido que lidera el presidente Andrés Manuel López Obrador, que anunció sus resultados la noche del miércoles. Sheinbaum goza de una popularidad de 65% y ya era vista como la muy probable heredera del mandatario mexicano en las elecciones pautadas para 2024.

La exmandataria capitalina se mostró «con ánimo de triunfo» en su cita en el World Trade Center de la capital azteca, donde el conteo de la encuesta recabada a 12.500 ciudadanos en 250 distritos electorales en todo el país, la dio como ganadora y de esta forma candidata presidencial.

La ahora aspirante a la Presidencia de México por el oficialismo también aseguró que el proceso interno de su partido «fue un buen proceso en donde todos [los participantes] estuvimos de acuerdo. Hubo varias mesas de trabajo, todo el tiempo, y todos estuvimos de acuerdo».

Con sus palabras atendió las tensiones por las polémicas internas en Morena a lo largo de la jornada, especialmente porque el ex canciller mexicano Marcelo Ebrard, que también aspiraba la nominación, denunció supuestas «irregularidades» en el balotaje organizado por el oficialismo para elegir al candidato para las elecciones de 2024.

Ahora Sheinbaum deberá enfrentarse a quien será su principal rival: Xóchitl Gálvez, senadora del partido PAN se presentará a próximas elecciones como líder de la coalición del Frente Amplio, que integra al grueso de los partidos opositores a Morena y el oficialismo, entre los que están el propio PAN, el PRI y el PRD.

Con mayoría en el Parlamento y en 23 de los 32 estados mexicanos, Morena es el partido que concurre a elecciones como favorito en las próximas elecciones. De hecho, en la más reciente competencia regional, creció en algunas zonas y mostró buen músculo para garantizar que al término del único periodo de AMLO de seis años pueden continuar gobernando.

López Obrador, quien está impedido por ley para presentarse a la reelección a pesar de contar con 60% de apoyo popular según encuestas recientes, dijo estar orgulloso de no haber «inclinado la balanza» a favor de ninguno de los candidatos a su sucesión, a diferencia de sus antecesores que designaban a su sucesor con un gesto del dedo (el «dedazo»). No obstante, en Morena se percibía que su postura era más favorable a la candidatura de Sheinbaum que la de Ebrard.

El ex canciller, que mostró su desacuerdo con los conteos de la consulta de Morena, pudiera abandonar la organización partidista, según rumores de prensa difundidos por medios de comunicación mexicanos. No se descarta que incluso Ebrard pueda lanzar una candidatura presidencial propia como independiente, representando un peligro para los votos unificados del oficialismo.

En broma, la campeona opositora Xóchitl Gálvez ya le ofreció unirse a su equipo de campaña.