Historia
La histórica afición por asesinar de los estudiantes de Oxford
Investigadores aseguran que era tres veces más probable ser asesinado que otros residentes de la ciudad inglesa
La Edad Media fue un período peligroso para aquellos que estudiaban en la Universidad de Oxford, ya que tenían tres veces más probabilidades de cometer un homicidio o ser brutalmente asesinados en comparación con otros residentes de la ciudad inglesa.
Esta alarmante estadística, basada en registros legales de la época, probablemente se deba a la gran cantidad de estudiantes jóvenes y solteros, así como a la presencia de armas blancas, alcohol y trabajadores sexuales en ese entorno, según los investigadores.
Este problema no se limitaba a Oxford, sino que afectaba a muchas otras universidades en Europa continental durante ese período, según cuenta Manuel Eisner para National Geographic, un criminólogo de la Universidad de Cambridge.
'Medieval murder maps'
Eisner lidera un proyecto llamado "Mapas de asesinatos medievales", que documenta los asesinatos en Inglaterra a partir de los registros de los investigadores de la corona inglesa, conocidos como "coroners", quienes investigaban los crímenes en ausencia de un cuerpo policial formal. Estos registros medievales de los coroners son algunos de los documentos legales más antiguos de Inglaterra y se han convertido en una valiosa fuente para la investigación.
Hasta hace poco, este proyecto se centraba principalmente en Londres, donde el Historic Towns Trust recopilaba y mapeaba detalladamente escenas de homicidios. Sin embargo, los investigadores han ampliado su alcance para incluir a Oxford y York, dos ciudades importantes en la Edad Media, con el fin de analizar los patrones de homicidios en esas localidades.
La afición desmedida de Oxford
Según los registros de los coroners, el 75% de los perpetradores y el 72% de las víctimas en Oxford fueron clasificados como "clericus", un término que se utilizaba para referirse a estudiantes y profesores universitarios.
Julian Munby, un arqueólogo que no está involucrado en el proyecto, señala que la universidad en ese momento estaba vinculada a la iglesia y que todos los estudiantes eran considerados "seminaristas de orden menor", incluso si no tenían inclinaciones religiosas. Como resultado, los estudiantes que cometían homicidios podían beneficiarse de una laguna legal conocida como "beneficio del clero", que les permitía evitar la ejecución según el derecho común.
Según los registros de los coroners, entre 1300 y 1340, se registraron 142 homicidios en Londres (no hay registros anteriores), mientras que en la ciudad comercial de York, en el norte de Inglaterra, se registraron 130 homicidios en cuatro décadas (1345-1385).
En cambio, los registros de Oxford mencionan 68 homicidios en un corto período, especialmente entre 1342 y 1348. Dado que la población de Oxford era mucho más pequeña, los investigadores estiman que la tasa de homicidios en la ciudad era cinco veces mayor que en Londres y York durante el mismo período. Además, señalan que la tasa de homicidios en estas ciudades medievales era aproximadamente 20 veces mayor que la de hoy en día, lo que se atribuye en parte a la falta de métodos policiales y avances médicos modernos.
Eisner sugiere que la violencia estudiantil en Oxford estaba principalmente relacionada con la adolescencia masculina. Los estudiantes universitarios solían dejar sus hogares por primera vez a una edad temprana, alrededor de los 14 o 15 años, y vivían en alojamientos abarrotados en la ciudad, lo que aumentaba la probabilidad de comportamientos más extremos.
¿Demasiados cuchillos y alcohol cerca?
Las tensiones violentas entre estudiantes también podían estar relacionadas con diferencias étnicas o territoriales; los conflictos podían surgir entre estudiantes de Irlanda, Gales o Escocia, o entre regiones del norte y del sur de Inglaterra. Además, el hecho de que todos llevaran consigo pequeños cuchillos para comer, junto con la disponibilidad de alcohol en las cervecerías y tabernas de la época, contribuía a que todos estuvieran armados y ebrios. Algunos estudiantes incluso portaban cuchillos más grandes, espadas y otras armas destinadas únicamente a la lucha.
En cuanto a York, muchos de los homicidios estaban relacionados con la industria textil, ya que la ciudad dependía en gran medida de la producción de lana. Los registros de los coroners de York mencionan asesinatos entre artesanos de la misma profesión, como fabricantes de guantes y sombrereros.
La ciudad atraía a trabajadores extranjeros, especialmente de Flandes (hoy en día Bélgica y los Países Bajos). Aunque los inmigrantes a veces eran utilizados como chivos expiatorios por los locales, sus nombres aparecían en los registros de los coroners en proporción a su número, lo que sugiere que se les consideraba miembros legítimos de la sociedad. Además, los registros a veces mencionan homicidios entre inmigrantes y residentes ingleses, lo que indica que convivían y trabajaban juntos en el mismo entorno, un grado de integración en la sociedad medieval inglesa que era desconocido en esa época.
Stephanie Brown, historiadora de la Universidad de Cambridge y co-investigadora del proyecto, señala que los homicidios eran el resultado de relaciones sociales y que las personas solían conocerse antes de que estallara un conflicto.
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