Lisboa

Así vivió un grupo de jóvenes en la costa de Lisboa el ataque de orcas a su velero: "Les echamos vinagre"

Cuatro jóvenes noruegas enfrentaron un violento ataque de orcas frente a Lisboa, improvisaron maniobras de emergencia y lograron llegar a tierra tras perder el timón y quedar a la deriva

Orcas en Andalucía
Orcas en AndalucíaUnsplash (@tamarabitter)

Un grupo de cuatro jóvenes noruegas y su capitán vivieron una experiencia límite mientras navegaban frente a la costa de Lisboa. El velero Nova Vida fue embestido repetidamente por orcas, que golpeaban el casco con tal fuerza que la rueda de gobierno giró fuera de control hasta romper el mecanismo de dirección.

La tripulación reaccionó con una mezcla de ingenio, calma y desesperación. Según el relato de Elise Wurschmidt, una de las pasajeras, la primera señal de alerta fue la rueda girando sin control. “Miramos por la banda y vimos una orca enorme golpeando el timón desde abajo”, explicó. El impacto provocó la rotura completa de la pieza de transmisión, dejando al barco girando en círculos mientras los cetáceos seguían embistiendo.

En un intento por recuperar el control, recurrieron a medidas improvisadas: pusieron el motor en marcha atrás, golpearon el timón y vertieron vinagre al agua —“el más barato de Carrefour”, según Elise— con la esperanza de ahuyentar a los animales. “No sabíamos si funcionaría, pero necesitábamos hacer algo. Sentirse impotente era lo peor”, confesó.

Mientras tanto, a unos 500 metros, el barco turístico Oceanview fue atacado por cinco o seis orcas y terminó hundido. La Guardia Costera priorizó el rescate de su tripulación, que fue evacuada sin mayores consecuencias.

A pesar del miedo, las jóvenes mantuvieron una postura firme de respeto hacia los animales, rechazando el uso de bengalas o armas submarinas. “No queríamos hacerles daño. Solo queríamos sobrevivir”, afirmaron.

Tras el ataque, lograron instalar un timón de emergencia y navegar unas diez millas náuticas hasta Cascais, escoltadas por una embarcación de la Guardia Costera. El Nova Vida necesitará semanas de reparación antes de continuar su proyecto de circunnavegación.

La experiencia ha dejado una huella profunda en la tripulación, que sigue decidida a continuar su viaje. “Aprendimos lo vulnerables que somos frente a la naturaleza, pero también lo fuertes que podemos ser cuando actuamos juntas”, concluyó Elise.