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Comisión Europea

Bruselas recuerda a Orbán que el pacto de migratorio es "obligatorio" tras su negativa a cumplirlo

El primer ministro húngaro defiende que su país "ya gasta lo suficiente en la protección de las fronteras" de la UE

UE.- AMP.- Orbán avisa a la UE de que no acogerá a ningún migrante reubicado ni pagará compensación pese al acuerdo a 27 EUROPAPRESS

La Comisión Europea respondió este lunes a Hungría que el pacto migratorio es "obligatorio", después de que su primer ministro, Viktor Orbán, se negase hoy a acatar el acuerdo al que han llegado los países de la UE para ayudar con reubicaciones y ayuda financiera a los Estados miembros bajo mayor presión migratoria.

"Como guardiana de los tratados, la Comisión debe hacer cualquier cosa para que los Estados miembros cumplan las normas. Es algo muy normal, tienes que cumplir con las normas, así funciona", dijo el comisario europeo de Migracion, Magnus Brunner, al término de la reunión que hoy mantuvieron en Bruselas los ministros de Interior.

El ultranacionalista Orbán aseguró que no cumplirá el acuerdo pues "Bruselas obligaría a Hungría a pagar aún más o a acoger a inmigrantes. Esto es inaceptable", y añadió que su país "ya gasta lo suficiente en la protección de las fronteras exteriores de la Unión". Los Veintisiete alcanzaron un acuerdo político sobre el llamado "contingente anual de solidaridad", un fondo común de asistencia que constituye uno de los principales elementos del Pacto, pensado para aliviar a los países que se encuentran bajo presión migratoria, entre los que se encuentra España.

El fondo común de solidaridad prevé tres medidas: reubicaciones de inmigrantes, contribuciones financieras y medidas de solidaridad alternativas, y cada país miembro decide cuál de estas promete.

Como recoge EFE, el acuerdo, que se espera sea adoptado formalmente antes de que termine el año, prevé 21.000 reubicaciones de migrantes y 420 millones de euros de asistencia financiera, un contingente inferior al que había propuesto Bruselas y defendía España, es decir, 30.000 reubicaciones y 600 millones de euros. De hecho, el ministro español de Interior, Fernando Grande-Marlaska, se abstuvo en la votación sobre el mecanismo de solidaridad.