Geografía

Calles vacías, mármol reluciente y solo coches blancos: esta es la capital más desconcertante del mundo

Muy pocos turistas logran visitarla dado su hermético régimen

La extraña ciudad de mármol en la que solo pueden circular coches blancos
La extraña ciudad de mármol en la que solo pueden circular coches blancosWikipedia

En un mundo conectado, donde las fronteras cada vez parecen más difusas como consecuencia directa de la globalización, aún existen países que han logrado mantenerse al margen de la ola del turismo. Estados que, alejados de la atención internacional, mantienen un perfil bajo e incluso hermético. No obstante, en algunos casos esto ha empezado a cambiar. Mientras algunas capitales del mundo destacan por su caos urbano, su modernidad o su historia, hay otras que sorprenden por razones muy distintas.

Uno de esos casos es Turkmenistán, una de las repúblicas más desconocidas de Asia Central, situada entre el mar Caspio y el desierto de Karakum, y que formó parte de la Unión Soviética hasta 1991. Cada vez se sabe más de su peculiar capital, Asjabad, en la que se estima que viven algo más de un millón de personas, y que también ha sido bautizada como 'la ciudad fantasma' o 'la ciudad de mármol'.

Así es la misteriosa Asjabad

Aunque el acceso a Turkmenistán se encuentra fuertemente restringido, algunas personas han conseguido entrar y documentar su paso por Asjabad. La ciudad ostenta varios títulos del Libro Guinness de los Récords, entre ellos el de la mayor concentración de edificios revestidos de mármol blanco en el mundo. Se estima que más de 500 edificios están cubiertos por este material, lo que supone unos 4,5 millones de metros cuadrados de superficie. Esta característica, sumada a la limpieza extrema y la uniformidad visual de sus construcciones, ha dado pie a su apodo internacional: la ciudad de mármol.

La obsesión por el blanco va más allá de la arquitectura. Hace años que las autoridades prohibieron la circulación de coches negros u oscuros, obligando a muchos ciudadanos a repintar sus vehículos de blanco o colores claros. Aunque no existe una explicación oficial, varios medios internacionales apuntan a que el expresidente Gurbanguly Berdimuhamedow considera el blanco un color de buena fortuna y pureza.

Además de su monocromatismo, Asjabad destaca por su arquitectura monumental. La ciudad alberga construcciones como el Arco de la Neutralidad, coronado por una estatua dorada que gira siguiendo el sol, o el Complejo Olímpico. También cuenta con amplias avenidas, fuentes iluminadas, y esculturas decorativas que a menudo contrastan con la casi total ausencia de tráfico o peatones.

Una capital de mármol bajo un régimen de hierro

Pese a su aspecto imponente, Asjabad se encuentra en el corazón de uno de los regímenes más autoritarios del mundo. Turkmenistán ocupa los últimos puestos en índices internacionales de libertad de prensa y derechos civiles. Según Human Rights Watch, el gobierno continúa reprimiendo "derechos y libertades fundamentales, como la libertad de religión, circulación, expresión y asociación".

La situación de los derechos humanos también ha sido criticada por organismos internacionales, que denuncian que "Turkmenistán sigue criminalizando las relaciones homosexuales consentidas entre adultos", al tiempo que las mujeres y niñas enfrentan restricciones significativas en el ejercicio de sus derechos.