Defensa
El comandante de la Fuerza Aérea Sueca dice que la OTAN "corre el riesgo de perder contra Rusia" si no "innova como Ucrania
La advertencia de Jonas Wikman a la Alianza Atlántica sobre una posible derrota contra los rusos ha sido contundente
Una nueva advertencia llega desde Suecia, uno de los socios más recientes de la Alianza Atlántica. El comandante de su Fuerza Aérea, Jonas Wikman, ha lanzado un serio aviso: la OTAN se arriesga a perder un futuro conflicto con Rusia si no acelera de forma drástica su capacidad de innovación y su ritmo de producción militar. La complacencia, insiste, es el camino más corto hacia la derrota en el escenario geoestratégico actual. La urgencia de esta modernización se ve acrecentada por los avances de otras potencias, como el desarrollo de nuevas capacidades hipersónicas por parte de China, que redefinen las amenazas futuras.
La guerra en Ucrania se ha convertido, en sus propias palabras, en una "clase magistral en adaptación acelerada". La lección que se extrae del frente es directa y clara: "el bando que aprende más rápido es el que acaba imponiéndose. El conflicto ha demostrado que las tácticas y el uso del armamento evolucionan a una velocidad vertiginosa, cambiando casi semanalmente para responder a las nuevas amenazas del campo de batalla, lo que exige una flexibilidad impensable hace apenas unos años. De hecho, el conflicto se ha consolidado como un verdadero campo de pruebas para la tecnología militar, donde la innovación se prueba en condiciones de combate real", señaló Wilkman
Por este motivo, el toque de atención del comandante no es un hecho aislado. Tal y como informa Breaking Defense, su voz se suma a la de otros líderes de los países nórdicos, que urgen a la industria de defensa a abandonar los largos y costosos ciclos de desarrollo en favor de una producción mucho más ágil y orientada a las amenazas reales. Su exigencia es clara, señalando que necesitan nuevas tecnologías probadas en combate y entregadas con la máxima celeridad.
La necesidad de un cambio de paradigma industrial y militar
Wilkman aboga por una colaboración mucho más estrecha y dinámica entre las fuerzas armadas, el sector industrial y el mundo académico. Su propuesta se basa en establecer un nuevo modelo de cooperación diseñado para superar la resistencia al cambio de las burocracias y los procesos lentos que caracterizan los periodos de paz. El objetivo es crear un ecosistema donde las soluciones tecnológicas se desarrollen al ritmo que impone la guerra, y no el de los despachos. Este cambio de mentalidad ya está siendo adoptado por otras potencias, como demuestra la decisión de Alemania para cambiar sus leyes de adquisición de armas con el fin de acelerar su rearme.
Además, Suecia no se ha limitado a las palabras y ya ha comenzado a aplicar esta filosofía en sus propias filas. Como prueba de este nuevo enfoque, la Fuerza Aérea sueca ha integrado una "célula de desarrollo" dentro de su unidad de aviones de vigilancia GlobalEye. En ella, miembros de la industria y de la academia trabajan codo con codo con los militares para implementar mejoras de forma casi inmediata, demostrando que es posible acortar drásticamente los plazos entre la detección de una necesidad y la implementación de una solución efectiva.