África
Concluye la 37ª cumbre de la Unión Africana con un continente dividido por los conflictos
La disgregación de la CEDEAO y las tensas relaciones entre Ruanda y RDC marcaron un encuentro que no supo aportar soluciones válidas
Este domingo concluyó la cumbre ordinaria número 37 desde la fundación de la Unión Africana por iniciativa de Muamar el Gadafi y el rey Haile Selassie de Etiopía. La cumbre, que contó con la participación más de 50 naciones del continente y que tuvo lugar en Addis Abeba, se desarrolló en un ambiente complejo como consecuencia de la situación en República Democrática del Congo, pero también debido a la actual “crisis de identidad” que experimenta la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO), un órgano de carácter regional pero subrogado a la autoridad de la Unión Africana.
En la fotografía que se tomó de los líderes en la Sala Nelson Mandela, pueden apreciarse enemigos que se encuentran: Paul Kagame (Ruanda) y Félix Tshisekedi (RDC); los líderes de la CEDEAO y los representantes enviados en nombre de las juntas militares que gobiernan la Alianza de Estados del Sahel; Abiy Ahmed (Etiopía) y al-Sisi (Egipto); el ministro de Exteriores marroquí, Nasser Bourita, y Brahim Gali en representación del Sáhara Occidental. Aunque aparezcan juntos en la misma imagen, resulta evidente que el continente africano sufre este 2024 de una fragmentación nacida de una serie de conflictos de intereses. Las agresiones de un Estado a otro, como es el caso de Ruanda y RDC, así y como los tensos conflictos diplomáticos que experimentan África Occidental, Egipto y Etiopía, ponen en relieve un continente cada vez más influido por las corrientes del conflicto global que nos afecta.
Esta disgregación traducida en enfrentamientos armados, un aumento de las corrientes de refugiados y desplazados internos, disgregaciones de bloques regionales y severas crisis alimentarias y económicas con la consecuente inestabilidad democrática, enmarcan África en una época de incertidumbre. El presidente de la Comisión de la UA, Moussa Faki Mahamat, estimó que estas condiciones, además de los efectos devastadores del cambio climático, “representan una seria amenaza, capaz de empañar los signos de desarrollo de África de los que estamos orgullosos”.
Con ánimos de acercar posturas y mitigar esta concatenación de crisis, Bola Tinubu, presidente rotativo de la CEDEAO, dijo en la cumbre de Addis Abeba estar dispuesto al “diálogo” con Mali, Níger y Burkina Faso después de que las tres naciones anunciaran su retirada de la organización de Estados de África Occidental. En su discurso, el nigeriano especificó que los desacuerdos respecto a los cambios de gobierno institucionales “no deben significar una ruptura permanente de las líneas de unión regional y de cooperación” y dijo que “Nigeria y la CEDEAO ya están allí sentados, esperando a recibiros como los hermanos que sois”.
La Alianza de Estados del Sahel respondió en su cuenta de X calificando a la CEDEAO como “una ex tóxica” e ironizó sobre este cambio de actitud ante las juntas militares. Que la actitud conciliadora de Tinubu permita una aproximación entre ambos bloques, esto es algo que deberá esperarse a conocer en un futuro.
La guerra de Gaza y la educación, puntos en común
Otro de los grandes asuntos a tratar en la cumbre tuvo que ver con la educación bajo el lema “educar a un africano apto para el siglo XXI”. Esto se refiere a ampliar las tasas de alfabetización del continente, pero también a mejorar las condiciones de los docentes, aprovechar las capacidades de las TIC para facilitar el acceso a una educación de calidad, acelerar los procesos de equidad de género en el ámbito educativo, fortalecer el estudio de ciencias y matemáticas o promover la educación para la paz, entre otros puntos.
La UA, a través de su Estrategia Continental de Educación para África (CESA), pretende ampliar el acceso no sólo a una educación de calidad, sino también a una educación que sea relevante para las necesidades del continente y que reaccionen al rápido crecimiento poblacional del continente (con su consiguiente aumento de una población joven y ansiosa por una formación adecuada).
La cumbre sirvió además para expresar el rechazo unánime de la comunidad africana contra la ofensiva de Israel en Gaza. Moussa Faki dijo que la ofensiva de Israel era la violación “más flagrante” del derecho internacional humanitario y acusó a Israel de haber “exterminado” a los habitantes de Gaza. Faki habló junto al primer ministro palestino, Mohammad Shtayyeh, quien también se dirigió a la cumbre. "Tengan la seguridad de que condenamos enérgicamente estos ataques que no tienen precedentes en la historia de la humanidad", dijo Faki entre los aplausos de los delegados. "Queremos asegurarles nuestra solidaridad con el pueblo de Palestina".
La Unión Africana, que guarda en su seno más de media docena de conflictos diseminados a lo largo del continente, también pidió un alto el fuego en Gaza que opte por una salida diplomática a la crisis.
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