El Consejo Constitucional francés tumba la ley migratoria de Macron

El Consejo Constitucional francés ha censurado buena parte de la reforma migratoria que Emmanuel Macron pactó con la derecha en diciembre y que supuso una crisis política interna en su hipercentro con el descontento del ala progresista. En total, 32 artículos de la reforma no han pasado el filtro constitucional y la mayoría de ellos pertenecen al endurecimiento que Los Republicanos (LR) exigieron a Macron para poder dar el visto bueno y que fueron a posteriori aplaudidos por Marine Le Pen en un intento de echar gasolina al incendio que supuso para el macronismo la controvertida reforma, muy desvirtuada de su proyecto original.

Las lecturas políticas del fallo del órgano son múltiples y cada cual intenta construir su relato respecto al varapalo judicial. La izquierda y sobre todo, el ala progresista del macronismo aplauden el fallo. El propio Macron y su exprimera ministra Elisabeth Borne ya expresaron dudas sobre la constitucionalidad de varias partes del texto. Para el Gobierno, empezando por su titular de Interior, Gérald Darmanin, el fallo respalda la constitucionalidad de su proyecto original y no de los endurecimientos que luego la derecha quiso incluir. Macron hizo una jugada no exenta de riesgo pactando la reforma con la derecha a sabiendas que el Constitucional retocaría buena parte del cuerpo añadido.

Pero la derecha y la extrema derecha piden que se retoque entonces la Constitución para que pueda encajar la reforma pactada en sede parlamentaria. También son múltiples las voces de la derecha que piden un referéndum en la materia a sabiendas de que la opinión pública francesa está en su mayoría a favor de un endurecimiento de la reforma.

Los magistrados han dictaminado que algunos aspectos no guardan relación con el fondo del proyecto de ley que promovió el Ejecutivo y que la Asamblea Nacional tumbó en un primer momento. La mayoría de los 32 artículos anulados, un 40% del texto completo, tienen que ver con el aumento de trabas a inmigrantes para acceder a prestaciones sociales, al reagrupamiento familiar o al establecimiento de cuotas migratorias por parte del Parlamento. Macron ahora podría promulgar el 60% restante, el que tiene luz verde, y seguramente venderlo políticamente como un texto equilibrado que lleva el sello del Ejecutivo en origen y que permite la regularización de inmigrantes para sectores económicos tensionados y la facilidad de expulsar extranjeros con historial delictivo.

Pero pocos confían en Francia en que esto sea el punto y final. Lo que queda anulado será a buen seguro materia política para el programa de Le Pen en la antesala electoral de las elecciones europeas del mes de junio. Una cita para la que los sondeos dan unos diez puntos de ventaja a su candidato, el joven de 28 años Jordan Bardella, sobre la lista macronista. Tras conocerse la decisión, Bardella, ha lamentado el "golpe" de los jueces, del que responsabiliza también a Macron, y ha lamentado que el Constitucional haya puesto en duda "las medidas de mayor firmeza".

Durante la tarde de este jueves varias asociaciones de migrantes y simpatizantes de izquierdas se han concentrado en las puertas del Consejo constitucional, en el centro de París, en protesta por la reforma. Varias decenas de miles ya salieron a protestar en diferentes manifestaciones convocadas el fin de semana pasado en varias ciudades del país.

Las lecturas políticas que deja el fallo son múltiples y podrían marcar la campaña de las europeas. Macron se deshace de los puntos más polémicos que la derecha introdujo en el texto, pero, al mismo tiempo, es esa misma derecha con la que necesita buscar pactos dada su fragilidad parlamentaria e impulsar el nuevo gobierno de Gabriel Attal. Algunas voces de la derecha y extrema derecha criticaban al cierre de esta edición el fallo calificándolo de “político”. Pero muchos expertos y juristas venían vaticinando desde hace semanas que buena parte del texto sería censurado.

El ministro del Interior ha afirmado en una primera reacción que el Gobierno "toma nota" del rechazo de "numerosos" artículos, atribuyéndolo a que no se respetó "el procedimiento parlamentario". De hecho, considera que el Consejo Constitucional ha avalado "la integridad del texto del Gobierno".

Por su parte, el presidente de Los Republicanos, Eric Ciotti, ha lamentado la resolución judicial, ya que considera que los jueces "han tenido más en cuenta la política que el Derecho". Para el dirigente conservador, tanto Macron como la izquierda "esperaban" esta sentencia, por lo que ha señalado que "una reforma constitucional es más indispensable que nunca para salvaguardar el destino de Francia". Ciotti, así como otros nombres de la derecha han apelado a llevar a cabo una reforma constitucional para llevar a cabo el encaje de la reforma migratoria.