Cristina Kirchner nunca se fue

Unas elecciones simbólicas donde «las cartas» ya están sobre la mesa. Las PASO –primarias abiertas, simultáneas y obligatorias–, que hoy se celebran en Argentina son una especie de sondeo de cara a las presidenciales de octubre, donde la polarización es la pauta dominante. Alberto Fernández junto Cristina Kirchner se verán las caras contra el presidente Mauricio Macri, que no levanta cabeza, abatido por la debilidad de la economía. El bloque peronista Frente de Todos contra el liberal Juntos por el Cambio. Las PASO fueron instauradas durante la primera presidencia de Cristina Fernández en el año 2009. En teoría cada partido político puede presentar distintos aspirantes a un mismo cargo, pero la realidad es que salvo en el caso del Senado o los Ayuntamientos, las precandidaturas ya están asignadas. Los ciudadanos, sin necesidad de estar afiliados, deciden quién será el candidato definitivo.

Por tanto, en las PASO se eligen dos cuestiones: por una parte se establece qué partidos podrán presentarse a las elecciones generales, dado que aquellos que no alcancen el 1,5% de los votos no podrán competir en octubre. Por otra, definirán la lista final de cada partido. Pero sobre todo, las PASO suponen un gran ensayo de las presidenciales. En Argentina el voto es obligatorio y en la PASO también.

El presidente Mauricio Macri mira los números de las encuestas propias y cruza los dedos.Cree que nadie le entiende en la Residencia de los Olivos y permanece «atrincherado entre sus fieles». Apela al futuro pero pocos piensan que vaya a ser prometedor. Esa sensación de derrota se asomó en su discurso de cierre de campaña en el que estuvo al borde del llanto. Una tragedia griega. El presidente argentino confía en aguantar en la primera vuelta de las presidenciales y ganar en la segunda. Pero causó cierto escozor la devaluación china y la subida abrupta de la prima de riesgo. Los bolsillos más humildes, pero también los de la clase media, se vieron resentidos. El consumo interno calló. La inflación fue la estocada final, pese al 15% que preveía el Gobierno este año podría trepar al 35%. El viento sopla a favor de Kirchner que promete «volver» en octubre. Algunas encuestas le dan diez puntos de diferencia con Macri. La Reina del Sur que nunca se fue.

El recuento de votos, bajo lupa judicial

El peronismo denunció la poca fiabilidad de la empresa londinense encargada de contar los votos, Smartmatic. La empresa admitió «errores» en elecciones de otros países. El Gobierno de Macri desplegará un sistema de control y un juez supervisará el proceso.