
Enfermedad
Dos grandes aliados de Putin, en condición crítica al sufrir graves enfermedades
El cáncer de Simonyan y la necrosis de Kadírov sacuden dos pilares clave del Kremlin y dan pie a la lucha interna por el poder

Margarita Simonyan y RamzánKadírov, dos figuras esenciales en la arquitectura del Kremlin, han sido diagnosticados en los últimos días de graves enfermedades que ponen en riesgo la continuidad de los cargos. Simonyan, directora del canal RT, ha reconocido públicamente que padece cáncer de pecho y será sometida a una intervención que la alejará temporalmente de la dirección del medio. Kadírov, presidente de Chechenia, sufre necrosis pancreática, una dolencia con alto índice de mortalidad.
Simonyan eligió el programa de Vladímir Soloviov en Pervyi Kanal para comunicar su diagnóstico. “Estaba obligada a venir a la emisión para decir la verdad, porque siempre es mejor explicar la verdad por uno mismo que permitir que la audiencia se alimente de rumores”, declaró señalándose el pecho izquierdo.
La comunicadora, considerada pieza clave del medio vetado en la UE y acusado de propaganda que justifica la invasión de Ucrania, comparó su situación con un episodio de la Segunda Guerra Mundial: “Recuerdo a las niñas de la Guardia Joven que sabían que se les cortaría el pecho por los nazis cuando aún estarían vivas, no como a mí, con anestesia”.
RT y Chechenia sin sus líderes
La baja de Simonyan, aunque provisional, ha encendido las alarmas en el Kremlin. RT maneja un presupuesto anual cercano a los 3.000 millones de euros y en torno a su control existe una pugna interna entre dos facciones: una liderada por Alekséi Gromov, antiguo secretario de prensa de Putin y coronel general, y otra por el vicejefe de la Administración Presidencial, Serguéi Kirilenko, e Ígor Kovalchuk, millonario amigo íntimo del presidente ruso. El desenlace de esta lucha podría definirse durante la ausencia de Simonyan en el quirófano.
El caso de Kadírov es aún más delicado. Según el periodista Andréi Kalitin, de Novaya Gazeta, el líder checheno “se comporta como un pequeño zar para el que no existen límites”, una actitud que Moscú tolera mientras garantice estabilidad en el Cáucaso Norte. Sin embargo, la necrosis pancreática ha obligado a Kadírov a delegar la mayoría de sus funciones en el primer ministro Magomed Daúdov, considerado por el Kremlin como su posible sucesor. Alrededor de 80 cargos clave en Chechenia están ocupados por miembros de la familia Kadírov, lo que convierte su eventual desaparición en un factor de desestabilización potencial para el régimen.
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