Misiles

Rusia tiene misiles que "tardarían 10 minutos en llegar a Madrid": ¿Estamos listos para pararlos?

El secretario general de la OTAN advirtió que los misiles hipersónicos rusos alcanzan España casi tan rápido como Estonia, lo que obliga a revisar si el escudo antimisil español está a la altura de la amenaza

(Foto de ARCHIVO) July 9, 2025, Berlin, Berlin, Deutschland: Mark Rutte beim Empfang des NATO-Generalsekretärs zu einem gemeinsamen Gespräch mit dem Bundeskanzler mit anschließendem Pressestatement im Bundeskanzleramt. Berlin, 09.07.2025 Europa Press/Contacto/Bernd Elmenthaler 09/07/2025 ONLY FOR USE IN SPAIN
Según confirmaron varias fuentes aliadas, Rusia ha desplegado misiles como el RS-24 YarsCONTACTO vía Europa PressEuropa Press

Mark Rutte, secretario general de la OTAN, advirtió recientemente que los misiles rusos más modernos podrían alcanzar Madrid o Londres solo cinco o diez minutos. Esta afirmación, lejos de ser una exageración retórica, responde a la realidad de un arsenal ruso que combina velocidad hipersónica, alcance intercontinental y plataformas de lanzamiento múltiples, incluyendo submarinos en el Atlántico y bombarderos estratégicos que pueden operar desde bases avanzadas. El mensaje de Rutte es claro: en la era de los misiles hipersónicos, nadie está a salvo por el mero hecho de estar geográficamente lejos.

El riesgo no es teórico. Según confirmaron varias fuentes aliadas, Rusia ha desplegado misiles como el RS-24 Yars, con alcance de hasta 12.000 km, y el crucero Kh-101, que puede ser lanzado desde aviones Tu-160 y alcanzar objetivos a 3.500 km de distancia.

Además, la familia Kalibr, lanzada desde barcos o submarinos, puede alcanzar Madrid desde el Mediterráneo occidental en menos de diez minutos si se utiliza la variante de largo alcance. Incluso el hipersónico Tsirkon, con un rango más limitado, representa una amenaza si Rusia logra posicionar plataformas navales cerca de Gibraltar o el sur de Italia. La velocidad de estos sistemas reduce drásticamente el tiempo de reacción y exige una defensa preparada para responder en segundos, no en minutos.

¿Qué puede hacer España si los misiles vienen del este, del mar o del espacio?

España cuenta con tecnología antimisil de primer nivel, pero no está desplegada de forma permanente. Dispone de baterías Patriot PAC-3, capaces de interceptar misiles balísticos y fragatas F100 con sistema Aegis que pueden operar SM-2, SM-3 y SM-6, lo que les permite interceptar amenazas en fase media o final. Sin embargo, estas unidades suelen estar asignadas a misiones OTAN en el exterior o patrullando zonas lejanas. No existe un escudo fijo ni una red de radares de alerta temprana orientada específicamente a la península ibérica, lo que deja a la capital vulnerable si no se activa un despliegue previo con aviso suficiente.

La OTAN, por su parte, ha reforzado su postura con la operación “Eastern Sentry”, lanzada tras la reciente oleada de drones rusos en Polonia, y mantiene activos clave como el Aegis Ashore en Rumanía, destructores con SM-3 en el Mediterráneo y radares de alerta temprana en tierra y en el espacio. Pero estos sistemas están orientados al flanco este. En caso de un ataque contra España, la respuesta dependería de cuántos activos aliados pudieran ser reubicados con rapidez. El tiempo de reacción sería crítico: un misil hipersónico puede cubrir 2.000 km en menos de diez minutos, lo que deja poco margen para decisiones políticas o despliegues de emergencia.

Para que Madrid estuviera protegida de forma creíble, se necesitarían al menos tres baterías Patriot desplegadas en los alrededores de la capital, Guadalajara, Toledo y Ávila, y fragatas F100 posicionadas en el Atlántico y el Mediterráneo occidental. Además, haría falta una red de radares terrestres y aerotransportados conectada en tiempo real con los centros de comando de la OTAN en Torrejón y Uedem. Esta arquitectura no existe hoy como un sistema permanente, y su activación requeriría una decisión política y presupuestaria que hasta ahora no se ha tomado. España ha cumplido el objetivo del 2 % del PIB en defensa en 2025, pero ese esfuerzo aún no se traduce en un escudo antimisil nacional.

La conclusión es inquietante: España tiene medios, pero no un sistema integrado y listo para actuar. Si un misil ruso fuera lanzado hoy desde un submarino en el Atlántico o desde un bombardero sobre el mar Báltico, la probabilidad de interceptarlo dependería de si hay una fragata cerca, si los Patriot están desplegados y si los radares detectan la amenaza a tiempo. Sin eso, Madrid estaría desprotegida. Rutte no exageró: en la era de los misiles hipersónicos, el flanco este empieza en la Puerta del Sol.