América Latina

La dura advertencia de Maduro: "Sería el fin político" de Donald Trump

El presidente de EEUU no descarta enviar tropas al país caribeño pero deja la puerta abierta para hablar con su homólogo venezolano

La reciente batería de declaraciones del presidente estadounidense Donald Trump ha reavivado las tensiones diplomáticas en el continente. En una rueda de prensa desde la Despacho Oval, Trump volvió a colocar a Venezuela en el centro de su estrategia de seguridad hemisférica, dejando abierta la posibilidad de enviar tropas estadounidenses al país sudamericano y afirmando que "en algún momento" hablará con el presidente Nicolás Maduro.

Las afirmaciones del presidente se enmarcan en una intensificación de las operaciones antidrogas de Estados Unidos, que actualmente lleva a cabo bombardeos y ataques contra embarcaciones en el Caribe y el Pacífico bajo el argumento de combatir redes de narcotráfico que, según Washington, operan desde México, Venezuela y Colombia. Con estas acciones, Trump busca mostrar firmeza ante un problema que ha calificado como “una guerra”, y en la que, asegura, Estados Unidos conoce “las rutas, las direcciones y las puertas principales” de los narcotraficantes.

En uno de los momentos más polémicos de su intervención, Trump afirmó que no tendría ningún inconveniente en lanzar ataques dentro de México para frenar el tráfico de drogas. Aunque no confirmó estar preparando una operación inmediata, sí destacó que estaría “orgulloso” de hacerlo, argumentando que ello permitiría “salvar millones de vidas”.

La posibilidad de una incursión militar estadounidense en México generó inquietud inmediata. La presidenta mexicana, Claudia Sheinbaum, ha reiterado que jamás autorizará acciones militares extranjeras en su territorio. Mientras tanto, reportes recientes señalan que la administración de Trump evalúa enviar tropas y personal de inteligencia al país vecino como parte de una campaña renovada para confrontar a los cárteles.

Paralelamente, Trump volvió a posicionar a Venezuela como un objetivo prioritario de sus políticas de seguridad. Consultado sobre la posibilidad de desplegar tropas en el país suramericano, respondió que no descarta “nada” y que Estados Unidos “tiene que ocuparse” de la situación venezolana. Maduro, por su parte, respondió la misma noche de las declaraciones. En su programa televisivo semanal expresó que su gobierno mantiene una postura “invariable” de dialogar “cara a cara” con el mandatario estadounidense. El presidente venezolano insistió en que su país está en paz y que cualquier conversación debe darse sin condiciones y de forma directa.

En un mensaje con tono desafiante, Maduro afirmó que una intervención militar estadounidense constituiría “el fin político” de Donald Trump, sugiriendo que ciertos sectores del poder en EE.UU. buscan empujarlo hacia un error histórico que socave su liderazgo. Según el mandatario venezolano, hay actores interesados en provocar una confrontación militar, incluso dentro del propio entorno de Trump, aunque evitó señalar nombres.

El mandatario venezolano también destacó que, frente a las crecientes amenazas, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana ha fortalecido su capacidad operativa mediante ejercicios militares y reestructuración interna. Subrayó que el poder militar venezolano está orientado únicamente a la defensa del territorio y la paz interna, y no a acciones ofensivas en el exterior.

El Caribe como escenario militar

En el centro de estas tensiones se encuentra el incremento del despliegue militar estadounidense en el Caribe, compuesto por un portaaviones, buques de guerra y aviones furtivos. Washington sostiene que estas operaciones buscan frenar el tráfico de drogas, mientras que Caracas las interpreta como una antesala de un intento de derrocamiento. Hasta la fecha, Estados Unidos ha realizado alrededor de veinte ataques contra embarcaciones en la zona, que han dejado más de 80 muertos, incluidos ciudadanos colombianos.

Incluso aliados de Washington, como la primera ministra de Trinidad y Tobago, Kamla Persad-Bissessar, se han visto obligados a aclarar que su territorio no será utilizado para operaciones militares contra Venezuela, a pesar de ejercicios conjuntos con fuerzas estadounidenses en las cercanías del país suramericano.