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El Supremo de EE UU reconoce los derechos de los matrimonios gais

Parejas gays han celebrado la decisión en al Capitolio de Washington
Parejas gays han celebrado la decisión en al Capitolio de Washingtonlarazon

Estados Unidos dio ayer un paso sin precedentes hacia la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo y el reconocimiento de la igualdad de derechos respecto a los matrimonios heterosexuales.

Estados Unidos dio ayer un paso sin precedentes hacia la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo y el reconocimiento de la igualdad de derechos respecto a los matrimonios heterosexuales. En una reñida votación (cinco votos a favor y cuatro en contra), el Tribunal Supremo de Estados Unidos declaró inconstitucional la ley que define el matrimonio exclusivamente como la unión de un hombre y una mujer. Dicha norma se conoce como la Ley de Defensa del Matrimonio, aprobada por el presidente demócrata Bill Clinton en 1996. En consecuencia, las parejas homosexuales ya casadas podrán tener los mismos beneficios fiscales e igual reconocimiento que las heterosexuales. Un segundo fallo, con el mismo resultado en la votación, devolvió la legalidad al matrimonio gay en California, estado que prohibió este tipo de uniones en 2008. Desde el avión presidencial, el «Air Force One», a punto de embarcar para iniciar una gira por África, Barack Obama reaccionó a las históricas sentencias anunciando su intención de aplicar «rápidamente» la decisión judicial. Mientras, la oficina de Prensa de la Casa Blanca emitió un comunicado del presidente en el que señalaba que «las leyes se están poniendo al día con la verdad que millones de estadounidenses llevan en sus corazones». «Cuando se trata igual a todos los estadounidenses sin importar quiénes son o a quién aman, somos todos más libres», indicó Obama en la declaración escrita.

Ayer, una de las sentencias consideró ilegal la ley de Clinton de 1996 sobre el matrimonio porque viola la Quinta enmienda de la Constitución de EE UU. El juez Anthony Kennedy, que redactó la decisión de la mayoría –a la que se unieron los liberales Ruth Bader Ginsburg, Stephen Breyer, Sonia Sotomayor y Elena Kagan–, destacó que «el estatuto federal es inválido (...) al buscar desplazar la protección y el trato a aquellas personas que viven en matrimonios menos respetados que otros». Mientras, fueron los jueces tradicionalmente conservadores los que votaron en contra: John Roberts, Antonin Scalia, Clarence Thomas y Samuel Alito. En este caso, Roberts fue el encargado de redactar su argumento, en el que destacó que «no le corresponde decidir al Alto Tribunal, sino al Congreso». La victoria de los partidarios del matrimonio gay llevó a la calle a numerosos activistas. Entre ellos, Lewis Fontain, de 43 años, que disfrutaba de un día libre en Nueva York cuando empezó a recibir mensajes y correos electrónicos dándole la enhorabuena. Fontain celebró la sentencia porque ahora, a nivel federal, se reconocerán sus derechos en el caso de que quisiera casarse con su novio.

También hubo reacciones de grupos como Human Rights Campaign, que subrayó que los fallos de ayer «abren dos grietas en el oscuro muro de la discriminación que separa a las parejas gais y lesbianas de la igualdad completa». De los cincuenta estados que tiene el país, doce, más el Distrito de Columbia, tienen legalizado el matrimonio homosexual.