Dictadura
Elecciones en Ruanda: Paul Kagame vs. Paul Kagame
El presidente ruandés se presenta a unos comicios que no ha perdido desde que comenzó el siglo XXI
Este lunes se celebran elecciones presidenciales en Ruanda, el país de las mil colinas. El presidente Paul Kagame, que lleva gobernando esta nación africana desde hace más de treinta años, se enfrenta a un número indeterminado de candidatos cuyos nombres pasarán sin pena ni gloria por una jornada electoral cuyo resultado está garantizado: ganará Kagame. Otra vez. Y nuevamente parecerá una sorpresa y habrá celebraciones en todo el país por su titánica victoria. Ganará Kagame en una nación que celebró la semana pasada el trigésimo aniversario del genocidio más rápido de la Historia, cuando alrededor de 1 millón de personas fueron asesinadas en cien días y unas 250.000 mujeres fueron violadas como consecuencia de un desbarajuste étnico letal.
Ganará el héroe que nació de este genocidio. Un monstruo construido con una base de sangre, lágrimas y cenizas. El mismo que ilegalizó la identificación étnica en el país para evitar que hutus y tutsis vuelvan a solucionar sus diferencias con el filo del machete. Porque definirte como hutu o tutsi es hoy ilegal en Ruanda. También es ilegal celebrar reuniones políticas de ningún tipo, aunque sea con los vecinos del barrio para comentar la última jugada, sin el permiso expreso de las autoridades. También arrestaron a seis sacerdotes por “reunión ilegal” y “actos de rebelión contra el Gobierno de Ruanda” por protestar contra la clausura de 700 iglesias en 2018. Ganará Paul Kagame porque hace treinta años que cualquier opositor que pueda arrebatarle la corona descansa a tres metros bajo tierra o situado en el lado incorrecto de las rejas, acompañados de periodistas críticos con el régimen ruandés, activistas y políticos de menor categoría que igualmente dijeron lo que no debían.
Ganará Paul Kagame y se organizarán bailes para festejarlo. Puede que todavía quede gente con la inocencia suficiente como para pensar que Frank Habineza, líder del Democratic Green Party, ganará los comicios (él mismo salió del colegio electoral, después de depositar su voto, diciendo que confía en sacar un 55% de los apoyos), o que Habineza no sería Kagame de tapadillo en el caso de una improbable victoria. Pero ganará el hombre que rápidamente reorganizó las fuerzas ruandesas tras el genocidio de 1994, penetró en territorio congoleño para dar caza a los hutus fugitivos y orquestó un nuevo genocidio cuyas cifras reales jamás han salido a la luz. Aunque se calcula que alrededor de 300.000 hutus que vivían en campos de desplazados en el este de República Democrática del Congo fueron masacrados en 1996 por las tropas de Kagame. Ganará quien fuera vicepresidente de Ruanda entre 1994 y 2000 (aunque fuera él quien realmente manejaba la batuta), y presidente desde el año 2000 hasta la fecha.
Ganará Paul Kagame y las imágenes que recorrerán el mundo mostrarán rostros felices, absolutamente extasiados por una victoria imprevisible. Ganará el hombre que ha convertido Ruanda en “la Suiza africana” con esa mano de hierro inclemente que muchos opinan que hace falta para enderezar los desastres que acontecen en África, como si el africano fuera un niño malo que sólo aprende cuando le golpean con la regla. Ganará el hombre que ha conseguido que Estados Unidos donase a su país 147 millones de dólares destinados a “programas de desarrollo democrático” mientras el líder opositor Assinapol Rwigara se pudría en la tumba tras sufrir un accidente de coche en 2015 (su hija, la también líder opositora Anne Rwigara, falleció en 2023, con 41 años, tras un “fallo multiorgánico”).
Ganará el hombre apodado “Pilatos” entre sus detractores, por su facilidad para condenar a otros políticos a muerte. Ganará el mismo hombre que recibe anualmente paquetes de ayuda de la Unión Europea mientras se publican informes de Naciones Unidas que demuestran que financia económicamente (¿con el dinero de quién?) un grupo rebelde conocido como M23. Dicho grupo, de mayoría tutsi, hace tres años que asola la provincia de Kivu Norte en el este de República Democrática del Congo, generando una crisis de desplazados rebozada con bombardeos sobre poblaciones civiles, violaciones a mujeres y traumas que se atrancan en los ojos de los niños.
Ganará Paul Kagame y Occidente respirará aliviado porque su dictador africano favorito seguirá a la cabeza del negocio. Ganará el hombre que consiguió que los hutus y los tutsis dejen de masacrarse en Ruanda para hacerlo en el país vecino y poder contratar un patrocinio con el Arsenal, de manera que pueda leerse “Visit Rwanda” (visita Ruanda) en las camisetas del equipo de fútbol inglés. Ganará el hombre que ha conseguido que el PIB de su país pase de 753 millones de dólares en 1994 a 13.000 millones en 2022. Ganará el hombre que ha conseguido que un 30% de las exportaciones de su país provengan del oro… aunque no haya minas de oro en Ruanda. Mientras el país vecino, República Democrática del Congo, una nación que Global Witness calcula que guarda en sus entrañas reservas de oro por valor de 28.000 millones de dólares, apenas exportó oro por valor de 2 millones de dólares en 2022 (frente a los 542 millones registrados en Ruanda).
Ganará Paul Kagame y Ruanda podrá seguir siendo un oasis de paz y desarrollo que colabora en tareas de lucha antiterrorista en Mozambique, mientras el resto de los países de la región destinan tropas y recursos a contener el desastre que Kagame ha provocado en República Democrática del Congo. Y el primer equipo del Paris Saint Germain podrá visitar de nuevo la nación africana para promocionar su sector turístico.
Ganará el dictador bueno. Uno de los nuestros. La muestra irrefutable de que los valores judeocristianos que pregona Occidente sólo se aplican a los enemigos de Occidente. Ganará porque la Historia siempre se repite y no existe ninguna versión apócrifa de la Biblia donde Pilatos sea crucificado. Ganará el mismo que se reunió con Emmanuel Macron durante el pasado mes de junio en el Elíseo, momento en que el presidente francés le felicitó por su papel en la distribución de vacunas en África. Ganará el presidente más dispuesto de África a cooperar con la Unión Europea en programas de desarrollo sostenible (en 2022 se firmó un importante tratado a este respecto y que tendrá validez hasta 2050). El precio de esta victoria es sencillo: millones de congoleños seguirán aprisionados por el humo y por la guerra que desató Kagame, el hombre que levantó Ruanda. El héroe que arruinó cualquier atisbo de esperanza en el este de República Democrática del Congo.
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