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El elogio envenenado de Trump a Erdogan que dejó mudo al presidente turco
“Él sabe sobre elecciones amañadas mejor que nadie”, le dijo el presidente de EEUU con media sonrisa durante su encuentro con el líder turco
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, volvió a situarse en el centro de la polémica con unas declaraciones inesperadas durante su reunión con el mandatario turco, Recep Tayyip Erdogan. Al inicio del encuentro, y mientras insistía en sus acusaciones infundadas de fraude en las elecciones de 2020 que perdió frente a Joe Biden, Trump lanzó una frase que dejó helada a la sala: “Él sabe sobre elecciones amañadas mejor que nadie”, dijo con media sonrisa y señalando a Erdogan.
El comentario fue recibido con un silencio incómodo. El líder turco, que en otras ocasiones ha respondido con humor a observaciones similares, prefirió no reaccionar. Trump, sin embargo, no dejó pasar la oportunidad de reforzar la cercanía con su homólogo: aseguró que ambos son “amigos desde hace mucho tiempo”, describió a Erdogan como “un tipo duro” y elogió que hace “un trabajo increíble” en Turquía.
Aunque el republicano no ofreció más explicaciones sobre lo que quiso decir, la frase no pasó desapercibida. En Turquía, la oposición lleva meses denunciando un deterioro democrático que se ha intensificado tras la detención del alcalde de Estambul, Ekrem Imamoglu, acusado de falsificar su título universitario. El caso ha generado protestas y críticas internacionales, que apuntan a un nuevo ejemplo del creciente autoritarismo de Erdogan.
Trump, en cambio, evitó cualquier referencia directa a estos episodios. Su objetivo parecía ser otro: volver a remarcar que no reconoce la legitimidad de su derrota electoral en 2020, repitiendo así la narrativa que sostiene desde hace casi cinco años.
Erdogan gobierna Turquía desde 2003, primero como primer ministro y desde 2014 como presidente. Bajo su mandato, las reformas políticas y los gestos de acercamiento a Occidente de sus primeros años han dado paso a un estilo mucho más personalista, concentrando poder y limitando a sus adversarios.
La afirmación de Trump, más allá del tono irónico o cómplice, resulta especialmente delicada en este contexto. Vincula la imagen de Erdogan con la narrativa del propio expresidente estadounidense sobre elecciones “amañadas”, un discurso que marcó la política de Washington desde el asalto al Capitolio el 6 de enero de 2021.
A lo largo de la reunión, Trump insistió en su respeto hacia Erdogan, sin señalar los problemas de derechos humanos ni la represión política en Turquía. Para sus críticos, esto refleja la tendencia del republicano a ensalzar líderes con estilos autoritarios, algo que ya hizo en el pasado con Vladimir Putin, Kim Jong-un o Jair Bolsonaro.