Israel

«En unos segundos el pub se convirtió en un infierno»

El asaltante estaría fichado y su abogado asegura que «sufría problemas mentales»

Una joven llora ayer impotente ante la tragedia del «Hasimta»
Una joven llora ayer impotente ante la tragedia del «Hasimta»larazon

«Esto fue una locura. El hombre disparaba de forma indiscriminada en todas las direcciones, no dejaba de disparar», relataba ayer a los periodistas una de las testigos presenciales del atentado en la terraza del céntrico pub «Hasimta». Otra joven que presenció el ataque desde la acera de la cafetería aseguró que el supuesto terrorista tenía una complexión «grande» y estaba «vestido de negro y con cara tapada, parado firme con el arma abriendo fuego».

«Esto se convirtió rápidamente en un infierno. En cuestión de segundos, estaban todos en pánico», contó una joven turista que presenció lo sucedido. Y el conductor de un autobús que viajaba por el carril de enfrente al lugar del atentado relató que «oí un disparo y al mirar, vi al hombre con el arma. Entendí que era un atentado, abrí las puertas rápidamente para que la gente pudiera salir, me tiré al suelo y esperé a que no hubiera víctimas». Más tarde, los técnicos de la Policia informaron de que había impactos de bala no sólo en el lugar en el que estaba el atacante sino también enfrente y en la otra esquina.

El abogado que representó al atacante años atrás a raíz de un primer incidente con las Fuerzas de Seguridad asegura que sufre un desequlibrio mental. «En los últimos tiempos, noté que su situación se iba deteriorando», declaró ayer y aseguró que no trabajaba de forma estable y siempre tenía problemas. «Quien lo veía podía percatarse de que algo no estaba bien en él, que no estaba cuerdo», comentó el abogado, quien agregó: «Yo no soy psicólogo ni psiquiatra, pero considero que a este joven hay que revisarlo».

La familia del sospechoso condenó rápidamente el atentado y aseguró que «para nosotros el Estado Islámico no es el islam sino un grupo de asesinos, y no estamos de acuerdo con lo que pasó». Al cierre de esta edición, el asaltante permanecía en paradero desconocido. Un dispositivo especial de las Fuerzas de Seguridad rastreaba el centro de Tel Aviv en caza y captura del responsable del atentado y no ocultaban el temor de que pudiera volver actuar. Las autoridades evitaron decretar el estado de emergencia, pero los israelíes optaron por quedarse en casa.