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Tesoro

Encuentran en un campo de cultivo un tesoro celta de más de 2.000 años

Un conjunto único de monedas y joyas hallado en Bohemia Occidental revela la riqueza artística y espiritual de la cultura celta

Un conjunto único de monedas y joyas hallado en Bohemia Occidental revela la riqueza artística y espiritual de la cultura celta UNSPLASH (Zlaťáky.cz)

Un equipo de arqueólogos ha descubierto en Bohemia Occidental un tesoro celta excepcional, compuesto por unas 500 monedas de oro y plata, además de joyas de oro y bronce. El hallazgo, que abarca desde el siglo VI hasta el I antes de Cristo, se produjo en un campo de cultivo cuya ubicación exacta se mantiene en secreto para proteger el yacimiento.

La investigación comenzó gracias al aviso de un arqueólogo aficionado, lo que llevó a excavaciones profesionales. Una parte de las piezas se exhibe actualmente en el Museo de la Región del Norte de Pilsen, en Mariánská Týnice, dentro de una exposición titulada «Informe poco claro sobre los celtas en el norte de Pilsen». El detonante fue el hallazgo de un fragmento de moneda de oro del siglo II a.C. por parte de un detectorista local, lo que activó un estudio arqueológico sistemático bajo supervisión especializada.

El conjunto arqueológico incluye lingotes, escamas de oro, pendientes, fragmentos de pulseras y otros objetos de adorno. Las monedas, de entre 7 milímetros y 1,5 centímetros, presentan iconografías de gran calidad artística con representaciones de caballos, jabalíes, el sol y símbolos de dioses celtas, algunas influenciadas por diseños helenísticos. Según Pavel Kodera, director del museo, “las imágenes que aparecen en las monedas son auténticas obras de arte que reflejan la mitología y el pensamiento celta”.

El yacimiento se conserva casi intacto, algo poco común en una región donde otros asentamientos celtas han sido saqueados. Las excavaciones se han realizado entre cosechas para minimizar el impacto sobre el terreno agrícola. Los equipos de Pilsen colaboran con el Instituto Arqueológico de la Academia de Ciencias Checa, utilizando métodos isotópicos modernos para determinar el origen del oro.

Este hallazgo abre nuevas líneas de investigación sobre el comercio, los rituales y las redes de intercambio en la Europa central de la Edad del Hierro. La naturaleza del lugar, aún incierta, podría haber sido un punto de encuentro comercial, religioso o ambos. Según Kodera, “no se sabe si era visitado una o varias veces al año, pero lo que sí está claro es que este tesoro celta ofrece una ventana fascinante a una civilización antigua y sofisticada”.