Videos

Maduro gana otro asalto en Venezuela

El dispositivo policial desplegado por el líder chavista en la frontera con Colombia y Brasil frenó la entrada de camiones con alimentos y medicinas. En la frontera brasileña hubo otros cuatro muertos.

Miembros de la oposición intentaron llevar a Venezuela comida y alimentos en la frontera con Colombia / Reuters
Miembros de la oposición intentaron llevar a Venezuela comida y alimentos en la frontera con Colombia / Reuterslarazon

El dispositivo policial desplegado por el líder chavista en la frontera con Colombia y Brasil frenó la entrada de camiones con alimentos y medicinas. En la frontera brasileña hubo otros cuatro muertos.

Ni un paso atrás. La vieja consigna opositora en Venezuela se reactivó este sábado en el país latinoamericano, cuando los diputados de la Asamblea Nacional y miles de voluntarios avanzaron por los puentes internacionales Simón Bolívar y Francisco de Paula Santander para introducir la ayuda humanitaria. Preparados para enfrentarse a escaramuzas, los parlamentarios se pusieron al frente de una movilización humana que abriría camino para que los primeros camiones se acercaran hasta la línea fronteriza para luego pasar el contenido de los cargamentos mediante una cadena humana.

Poco antes de que en Venezuela el reloj marcara el mediodía, el presidente colombiano Iván Duque hizo entrega formal del primer lote de ayuda humanitaria a Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional y reconocido como presidente interino de Venezuela por medio centenar de países. Acompañados también por Luis Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos, hizo un llamamiento a los militares venezolanos a «ponerse del lado correcto de la historia».

Guaidó agradeció la labor internacional y anunció que sería inevitable que la ayuda entrase a territorio venezolano. Aprovechó para enviar un mensaje al pueblo chavista a que se sumara a los esfuerzos del día y ordenó que todos aquellos funcionarios militares que decidieran dejar de obedecer a Nicolás Maduro ya no se les tome como desertores o traidores a la patria.

En las últimas horas al menos 24 militares han desertado en la frontera con Colombia. El primer grupo de militares se reunió con Guaidó, a quien reconocieron como su comandante en jefe. A la misma hora, en ambos puentes binacionales se registraban varias deserciones tambén de integrantes de la Policía Nacional Bolivariana, incluyendo un miembro de la letal Fuerza de Acciones Especiales (FAES).

Destacó durante la jornada que la Guardia Nacional fue replegada de los pasos fronterizos y pelotones del Ejército, responsables de la soberanía y el cuidado de los límites terrestres del país por mandato constitucional, nunca llegaron. Las labores de resguardo y confrontación fueron asumidas por la Policía Nacional Bolivariana. «Es miedo a que deserten los soldados», dijo una fuente cuartelaria a La RAZÓN. Otra informó que en el Alto Mando se evaluaba dar la orden de disparar a quien intentara «entregarse al enemigo».

En paralelo, la tensión continuaba en los puntos fronterizos. El primer cargamento que logró entrar en territorio venezolano provino de Brasil, con un camión que pasó la difusa línea fronteriza por una zona rural, como confirmó la embajadora designada por el Parlamento en ese país, María Teresa Belandria.

Al sur del país se produjo represión incluso con armas de fuego por parte de la Guardia Nacional hacia poblaciones indígenas pemones. El Parlamento venezolano, de mayoría opositora, contabilizó cuatro personas asesinadas y más de 20 heridos de bala en la frontera de Venezuela con Brasil. «Lo que ocurre en la frontera con Brasil no es represión común (...) Lo que ocurre en Santa Elena de Uairén es una masacre contra el pueblo indígena pemón», dijo en rueda de prensa el diputado Juan Andrés Mejía. Los civiles, que también se enfrentaron a colectivos paramilitares, procuraban abrir los caminos desde territorio brasileño. La ONG Foro Penal denunció que «por órdenes presidenciales» se impedía el traslado de heridos hacia Boa Vista, que no podían ser atendidos en hospitales de Santa Elena de Uairén, del lado venezolano, por falta de insumos médicos.

En Táchira, cuando se pudo avanzar, comenzaron a cruzar al menos tres camiones con carga. Pero fueron recibidos con más gases lacrimógenos tanto en San Antonio como en Ureña, donde a cada paso que los diputados y voluntarios ganaban, algún funcionario policial se repegaba o entregaba. Al cierer de esta edición, se mantenían los enfrentamientos y las escaramuzas en el lugar, incluso con varios heridos, algunos de ellos menores de edad.

Entretanto, por el Caribe navegaba un buque cargado de 200 toneladas de alimentos secos y empacados además de productos de higiene básica que zarpó el viernes de Puerto Rico y se dirigía a Venezuela. El barco tenía la indicación de atravesar hacia mar territorial venezolano, aunque las autoridades marítimas al mando de Maduro ordenaran lo contrario. Diputados de la Asamblea Nacional confirmaron a LA RAZÓN que el buque buscaría atracar en Puerto Cabello, donde las fuerzas de seguridad regional bloquearon el paso terrestre.

La respuesta militar ocurrió con el zarpe de seis buques de la Armada Nacional Bolivariana, entre ellos la fragata F-22 Brión artillada con torpedos, además de dos patrulleros. Esta misión logró interceptar el barco que venía en ruta desde Puerto Rico y que se calculaba entraría a aguas territoriales venezolanas pasadas las cuatro de la tarde.

Mientras todo eso ocurría, en las principales ciudades del país los opositores se reunían en masa alrededor de instalaciones militares para exigir el paso de la ayuda. En Caracas, rodearon la base aérea La Carlota, sin que hubiesen incidentes violentos.

El chavismo también salió a las calles. Con menos asistentes, se concentraron alrededor del palacio presidencial de Miraflores en la capital. Allí, Maduro dio un discurso afirmando que la soberanía sería defendida a toda costa: «El pueblo está en la calle para apoyar la paz y decirle a los yankees de Donald Trump que saquen sus manos de Venezuela», dijo el gobernante.

Además, Maduro anunció que su país rompe «todo tipo de relaciones» con Colombia, que se limitan únicamente a asuntos consulares. Horas después, el Gobierno colombiano ordenó el regreso de los funcionarios diplomáticos y consulares presentes en Venezuela.