La polémica por la mesa de seis metros de Putin: ¿Es de España o de Italia?

Fuera del marco bélico, lo que más ha llamado la atención en las reuniones entre el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y sus homólogos Emmanuel Macron (Francia) y Olaf Scholz (Alemania) es la amplia mesa de seis metros que han separado al mandatario ruso con ambos líderes. Ni Scholz ni Macron quisieron hacerse una PCR en Rusia, sino tomaron en cuenta una prueba hecha por sus propias autoridades, pero no fue suficiente para el Kremlin. Desde estas reuniones, que tuvieron lugar para buscar una “desescalada” en el conflicto con Ucrania, este mueble ha sido el “otro protagonista”.

Pero su procedencia no viene del país ruso, sino de otro país europeo, del que unos dicen que es España y otros que es Italia. Medios italianos han hablado de que la mesa procedía del país transalpino. Mientras, periódicos de España han asegurado que el mueble viene de Valencia.

Según recoge el periódico Nius, la enorme mesa fue realizada por un conocido fabricante de muebles valenciano, que recibió el encargo de construir una monumental mesa blanca en 2005 para el líder de la Federación Rusa, Vladimir Putin.

Vicente es ese hombre, y la reconoció nada más verla en periódicos y televisiones. Es una de las numerosas mesas y muebles que fabricó en sus talleres con dirección al Kremlin en la primera década de este siglo. “Hicimos muchas cosas para ellos. Es un orgullo, pero era una responsabilidad muy grande, no se podían cometer fallos y tenías que seguir estrictamente sus instrucciones”, asegura.

Un proyecto al que llegaron a través de un intermediario extranjero y que se selló en una visita de una delegación rusa a la Feria del Mueble de Valencia, para amueblar la zona presidencial del Kremlin.

Vicente recuerda cada uno de los detalles de la mesa en la que negociaron Putin y los mandatarios de Francia y Alemania “Está elaborada principalmente con madera de haya del sur de los Alpes, en la frontera entre Francia e Italia, de árboles nacidos y crecidos a la sombra”, afirma.

Una madera que él mismo seleccionó directamente en los Alpes por sus características especiales. Después de innumerables horas, con hasta tres operarios trabajando a la vez para lijarla, barnizarla y montarla, consiguieron terminarla y casi dos décadas después, sigue luciendo como el primer día y acogiendo trascendentales reuniones en el Kremlin.