Tres detenidos
El fantasma del terrorismo vuelve a Irlanda de Norte
Permanece en estado crítico un policía tras ser disparado por dos encapuchados en presencia de su hijo en Omagh
El terror ha vuelto a las calles de Irlanda del Norte con el intento de asesinato de un policía, disparado a bocajarro por dos encapuchados ante la presencia de su propio hijo. Un trágico suceso que vuelve a traer las peores memorias del pasado en la provincia británica, cuando precisamente se está a punto de cumplir el 25º aniversario del Acuerdo de Viernes Santo de 1998, que trajo la paz entre católicos y protestantes.
El agente John Caldwell, de 48 años, se encontraba el pasado miércoles fuera de servicio. Por la tarde había estado entrenando a un grupo de fútbol de chavales en un centro deportivo de la localidad de Omagh. Pero sobre las ocho de la tarde, mientras recogía las pelotas en su coche en compañía de su hijo, aparecieron dos hombres armados que comenzaron a dispararle. El agente corrió una corta distancia, pero mientras caía al suelo, los agresores continuaron disparándole. Al cierre de esta edición, Caldwell permanecía en estado crítico, pero estable en el Hospital Altnagelvin, en Londonderry, donde había sido sometido a varias operaciones.
Quince alumnos de la escuela secundaria deOmagh estaban en el complejo deportivo en el momento del ataque. “Corrieron a esconderse completamente aterrorizados. Aunque algunos niños estaban al lado del hijo de John y lo estaban ayudando a sacar el equipo deportivo del automóvil. Vieron todo”, aseguran a los medios locales algunos testigos.
Ningún grupo se había atribuido ayer la autoría, pero la Policía de Irlanda del Norte considera que detrás del ataque se encuentran los grupos disidentes republicanos, y en concreto al llamado Nuevo IRA. “Son el foco principal”, recalcó el oficial jefe, Mark McEwan. “Aunque la investigación se halla aún en una fase inicial, y mantenemos abiertas todas las posibilidades”, matizó.
La Policía cree que los hombres armados se dieron a la fuga en un automóvil pequeño y oscuro, que fue encontrado hoy calcinado en Racolpa Road, en las afueras de Omagh. Al cierre de esta edición, habían sido detenidos tres hombres de 38, 45 y 47 años en relación con el crimen, aunque no trascendió sus identidades.
La elección de Caldwell no habría sido casual. Nada más lejos de la realidad. Desde hace tiempo venía recibiendo amenazas por investigar precisamente las actividades de los grupos disidentes republicanos.
La última vez que cualquiera de las facciones del IRA mató a un oficial de policía de Irlanda del Norte fue en 2011, nuevamente en Omagh, que fue el lugar del ataque más mortífero de todos durante los años más negros de los llamados `Troubles´ cuando un coche bomba del IRA mató a 29 personas en 1998. Aunque el último ataque con arma de fuego contra un oficial de la Policía de Irlanda del Norte fue en enero de 2017 en una gasolinera en el norte de Belfast.
Desde hace tiempo se viene hablando de las grandes tensiones que se viven de nuevo en la provincia británica por la gran crisis política desencadenada por los nuevos controles aduaneros que hay que aplicar ahora tras el Brexit. Los norirlandeses llevan ya más de un año sin Ejecutivo en Belfast. En las últimas elecciones regionales, los católicos del Sinn Fein -en su día brazo político del IRA- hicieron historia al convertirse por primera vez en la formación más votada.
Pero los protestantes unionistas del DUP se niegan ahora a formar Gobierno de coalición -al que están obligados por el Acuerdo de Paz-. Se sienten traicionados por el Ejecutivo central por haber dejado a Irlanda del Norte con un estatus diferente al del resto del Reino Unido y no están dispuestos a mover ficha hasta que Downing Street no cambie el llamado Protocolo de Irlanda.
Londres y Bruselas se encuentran ahora renegociando esta pieza clave del pacto de divorcio. Se suponía que esta semana iba a anunciarse la ansiada fumata blanca. Finalmente no ha llegado. Sin embargo, el intento de asesinato al policía remarca la gravedad de la situación y la urgencia para tomar medidas en Belfast.
Tanto el primer ministro, Rishi Sunak, como el Taoiseach (primer ministro irlandés), Leo Varadkar, condenaron el ataque. Los responsables del Sinn Fein y del DUP emitieron también una declaración conjunta en la que calificaron a los responsables como “los enemigos de nuestra paz”.
Este viernes está previsto que los políticos norirlandeses se reúnan con la Policía para discutir el nivel actual de amenaza, ante las actividades de los grupos disidentes tanto republicanos como paramilitares protestantes, quienes estuvieron supuestamente detrás de un intento de atentado con bomba a finales del año pasado en Dublín.
El término “republicanos disidentes” describe a una variedad de personas que no aceptan el Acuerdo de Viernes Santo de 1998 que selló la paz entre ambas comunidades tras más de cuatro décadas de un sangriento conflicto. El IRA Provisional, el principal grupo armado, declaró un alto el fuego en el período previo al acuerdo y puso fin oficialmente a su campaña violenta en 2005. Pero el republicanismo disidente sigue aún vivo y está formado por varios grupos que se separaron del IRA Provisional en las décadas de 1980, 1990 y 2000, incluido el IRA de Continuidad y el Nuevo IRA. Los grupos son mucho más pequeños aunque tienen acceso a armas de alto calibre y han utilizado artefactos explosivos improvisados y morteros en ataques e intentos de ataque en los últimos años para intentar conseguir la unidad de la isla de Irlanda.
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