Fútbol

Un futbolista sufre un derrame cerebral después de rematar de cabeza un balón durante un partido

Tom Hooper sufrió continuas continuas complicaciones después de cabecear el esférico

El fútbol es el deporte "rey" en Europa
Imagen de archivo durante un partido de fútbolDreamstime

El fútbol a veces es impredecible, pero otras veces, triste. Muchos jugadores han sufrido graves lesiones o incluso patologías o enfermedades que en algunos casos llega hasta la muerte, o la rozan. Como la de un futbolista, Tom Hooper, de Reino Unido, que sufrió un derrame cerebral después de cabecear un balón durante un partido. Una jugada tan natural como la que se puede ver en cualquier encuentro, pero que este no tuvo suerte.

El jugador de Brighton estaba jugando al fútbol el verano pasado cuando el balón le golpeó en la cabeza. "El balón pasó a un mediocampista central que fue a disparar hacia la portería. Cabeceé el balón para despejarlo, pero el balón había sido bombeado con fuerza", explicaba, en declaraciones a Daily Mail.

El hombre, de 32 años, fue al hospital hasta dos veces en los días siguientes al incidente, debido a que estaba sufriendo pérdidas de memoria, dificultades al hablar u otros síntomas de "una enfermedad rara". Diez días después del evento, el ex entrenador físico de la escuela se despertó con debilidad de un lado del cuerpo, y lo llevaron de urgencia al hospital y sufrió un derrame cerebral.

Un derrame cerebral, también conocido como ictus, es una afección médica que ocurre cuando el flujo sanguíneo hacia una parte del cerebro se ve interrumpido, ya sea debido a la obstrucción de un vaso sanguíneo (derrame cerebral isquémico) o a la ruptura de un vaso sanguíneo (derrame cerebral hemorrágico).

Los accidentes cerebrovasculares son una afección médica grave y potencialmente mortal que se produce cuando se corta el suministro de sangre a una parte del cerebro. Casi nueve de cada diez casos son causados ​​por un coágulo de sangre, mientras que el resto se desencadena cuando un vaso sanguíneo debilitado que suministra sangre al cerebro explota.

Ahora, Hooper explica cómo se siente, tras retirarse como futbolista amateur y dejar su anterior trabajo como entrenador de fuerza y ​​acondicionamiento en la escuela Cardinal Newman: "Ha afectado enormemente mi vida social". "No salgo por la noche. Me estoy perdiendo el deporte y el campo. No tengo coche, no sé si podré trabajar en el futuro. La afasia ha limitado mis palabras", dice. Explica que "el lado derecho de mi cuerpo está débil, puede agarrar algo pero no puedo soltarlo y escribir y mover el mouse con mi mano izquierda". "Puedo caminar dentro de mi casa. Puedo subir las escaleras, pero tengo que tener una barandilla en mi lado izquierdo. Utilizo un bastón cuando camino y tengo el pie caído".