US Navy
La grieta en el dominio naval de la Armada de Estados Unidos: no acierta con sus fragatas
La primera potencia militar internacional no ha logrado sustituir sus antiguas fragatas con nuevo modelos efectivos
Diseñadas para la defensa y escolta en el mar, las fragatas son buques fundamentales en las fuerzas navales de numerosos países. Su equilibrio entre capacidad ofensiva, movilidad y autonomía las hace esenciales para la seguridad marítima y la protección de territorios.
Tanto las fragatas como los destructores son los buques de guerra más comunes a nivel mundial. La mayoría de los países cuentan con al menos una fragata en su flota naval. Sin embargo, sorprendentemente, Estados Unidos, la mayor potencia militar del mundo, no tiene ninguna fragata en activo.
El problema de la US Navy con las fragatas
A lo largo de los años, Estados Unidos ha intentado incorporar fragatas a su flota, pero sin éxito. La razón principal radica en la doctrina de guerra de la US Navy, la cual está enfocada en el dominio oceánico global.
En este contexto, la estrategia naval estadounidense prioriza el uso de portaaviones, cruceros y destructores, que ofrecen una mayor capacidad ofensiva y defensiva en comparación con las fragatas, las cuales son más pequeñas y cuentan con menor capacidad de armamento.
El dominio naval de Estados Unidos
De acuerdo con el índice de Global Firepower, que evalúa la capacidad militar de 145 países, Estados Unidos es la primera potencia mundial. Su supremacía se debe a su tecnología de defensa avanzada, su fuerza aérea incomparable y su poderío naval.
Estados Unidos lidera en la cantidad y capacidad de buques de guerra:
- 81 destructores, la mayor cantidad del mundo.
- Portaaviones y portahelicópteros de gran alcance.
- Submarinos altamente avanzados.
Un número significativo de corbetas, sólo por detrás de China y Rusia.
El retiro de las fragatas estadounidenses
Las últimas fragatas activas en la US Navy fueron las de la clase Oliver Hazard Perry, diseñadas para la guerra antisubmarina y escolta. Sin embargo, estas fueron retiradas sin una sustitución adecuada, dejando a Estados Unidos sin fragatas en su arsenal.
¿Un error estratégico?
Mientras otras potencias militares han seguido apostando por las fragatas como un elemento esencial de sus armadas, Estados Unidos ha preferido centrarse en buques más grandes y poderosos. Esto plantea la pregunta: ¿es una estrategia acertada o una debilidad que podría afectar su capacidad operativa en conflictos futuros?
A medida que la situación geopolítica evoluciona, podría ser necesario que la US Navy reconsidere su postura y busque nuevas soluciones para integrar fragatas modernas en su flota.