Aviación
El piloto que saltó dejando su F-35B en automático rebate el informe de la Marina de EEUU sobre el accidente
El informe oficial responsabilizó al piloto del accidente, pero éste sostiene que la culpa recae en una serie de fallos del sistema que lo obligaron a abandonar el avión en pleno vuelo
Cruce de acusaciones dentro de la Marina de Estados Unidos. El piloto Charles Del Pizzo fue despedido después de un accidente con un F-35B que pilotaba antes de eyectarse por problemas técnicos. El caza de quinta generación voló sin tripulación durante doce minutos antes de estrellarse contra el suelo en septiembre de 2023. El coronel retirado, de 48 años, ha dado por primera vez su versión de los hechos, donde muestra una versión diferente de la oficial.
En un artículo firmado por Tony Bartelme, Del Pizzo trata de rebatir la investigación de la Marina, diciendo que quedó cegado por el mal tiempo debido a una serie de fallos mientras regresaba a la Base Conjunta de Charleston, Carolina del Sur, tras una misión de entrenamiento sobre el Océano Atlántico.
El incidente tuvo lugar cuando Del Pizzo intentaba hacer un aterrizaje en modo vertical del F-35B con visibilidad cero durante una tormenta intensa. Los F-35B pueden despegar y aterrizar de forma vertical a diferencia de los F-35A y F-35C (la versión de portaaviones).
Tanto el informe final del Cuerpo de Marines sobre el accidente como la versión de Del Pizzo mencionan problemas con el casco de casi medio millón de dólares que mostraba la información de velocidad, altitud y objetivo del avión. Las dos versiones difieren sobre la gravedad de las averías y sus efectos en la decisión de Del Pizzo de eyectarse del avión.
Entre los factores que contribuyeron al accidente se incluyen un fallo eléctrico durante el vuelo, que provocó averías en las radios principales, el transpondedor, el sistema de navegación aérea táctica y el sistema de aterrizaje por instrumentos. La probabilidad de que la pantalla del casco y la pantalla panorámica de la cabina no estuvieran operativas durante al menos tres momentos distintos provocó la desorientación del piloto en condiciones meteorológicas y de vuelo difíciles.
La versión oficial del Cuerpo de Marines sostiene que Del Pizzo diagnosticó erróneamente una emergencia de vuelo fuera de control y abandonó un avión que todavía era pilotable. Según esta investigación, la aeronave sufría problemas eléctricos y meteorológicos adversos, pero el piloto pudo haber mantenido el control y regresado a la base. Como resultado, el informe concluyó que el siniestro se debió a un error humano.
La versión del piloto
Del Pizzo ha expuesto una versión radicalmente distinta en una entrevista con el periodista Tony Bartelme del Post and Courier. Según el piloto, el accidente se debió a una serie de fallos en cascada que lo dejaron sin opciones. Estaba regresando a la Base Conjunta de Charleston en condiciones de visibilidad nula cuando el sistema de visualización de su casco -pieza clave en el F-35B- falló tres veces en apenas 41 segundos. Simultáneamente, experimentó la pérdida de radios principales, el transpondedor, el sistema de navegación y la pantalla principal de la cabina, dejándolo completamente desorientado en plena tormenta.
La crisis comenzó cuando el casco de Del Pizzo empezó a parpadear, seguido por una oleada de alertas en la cabina. Fallaron los sistemas de control de vuelo, la aviónica, la refrigeración, la navegación GPS y las comunicaciones. Luego, las pantallas de la cabina se apagaron y el silencio se apoderó del avión.
Con visibilidad nula y sin instrumentos, Del Pizzo intentó realizar una aproximación frustrada para evitar el impacto. Ascendió, subió el tren de aterrizaje y cambió el modo de vuelo vertical a convencional. Fue entonces cuando su casco se apagó por segunda vez. Mientras el avión descendía, recibió 25 alertas más que indicaban problemas graves.
En un intento desesperado por recuperar el control, siguió intentando comunicarse con la torre de control y su compañero de vuelo, sin éxito. Finalmente, el casco falló por tercera vez, dejándolo sin instrumentos y completamente desorientado. Sin saber si estaba sobre la base, sobre árboles o en terreno abierto, Del Pizzo tomó la única decisión posible: eyectarse.
El vuelo fantasma del F-35B
Tras la expulsión, el F-35B continuó volando de manera autónoma durante 11 minutos y 21 segundos antes de estrellarse en una zona boscosa a 64 millas náuticas del aeródromo del condado de Williamsburg. La aeronave no causó daños personales, pero sí provocó la pérdida de tierras forestales y cultivos.
El hecho de que el avión siguiera volando sin piloto fue atribuido a sus avanzados sistemas de control de vuelo automático. Sin embargo, la explicación oficial omite la causa exacta de la falla eléctrica, ya que el Cuerpo de Marines la ha clasificado como "información de seguridad nacional".
Aunque dos de las tres investigaciones internas concluyeron que Del Pizzo no tuvo la culpa del accidente, el Cuerpo de Marines tomó la decisión de relevarlo de su cargo como comandante del escuadrón VMX-1 en octubre de 2024, alegando "pérdida de confianza". Esta acción, según el propio Del Pizzo, envió un mensaje preocupante a los pilotos de la flota: si denuncian problemas en el equipo, pueden perder su carrera.
"En la aviación tenemos una cultura. Cuando hay errores o fallos, aprendemos de ellos. Si no lo hacemos, se genera una cultura del miedo. Y en una cultura del miedo, la gente duda en tomar decisiones, lo que puede llevar a accidentes mortales", declaró Del Pizzo.
El F-35B sigue siendo una pieza clave en la flota de los Marines, pero este incidente ha puesto en evidencia los riesgos operativos del caza y la forma en que se manejan los errores en la aviación militar estadounidense. Para Del Pizzo, la pregunta clave sigue siendo: ¿se está aprendiendo realmente de este accidente o simplemente se está buscando un chivo expiatorio? “Necesitábamos analizarlo a fondo para evitar que volviera a ocurrir”, dijo Del Pizzo a Bartelme. “En la aviación, tenemos una cultura. Cuando hay errores, cuando las cosas no salen según lo planeado, aprendemos de ello. Si no se hace eso, se crea una cultura del miedo. Y si se tiene una cultura del miedo, la gente se paralizará y no podrá tomar decisiones. Y así es como la gente termina lastimándose. Así es como la gente termina muriendo”.