América del Norte

Isla Machias Seal: el remoto territorio que enfrenta a EE UU y Canadá desde hace siglos

Estados Unidos y Canadá comparten la frontera terrestre más larga del mundo

Imagen de archivo
Imagen de archivoPEXELS

Con una extensión cercana a los 8.900 kilómetros, la frontera entre Estados Unidos y Canadá es la más larga del mundo. Esta línea divisoria, que sigue en gran parte el paralelo 49, atraviesa densos bosques, lagos y montañas. A diferencia del límite que separa a Estados Unidos de su vecino del sur, en su mayoría no cuenta con vallas ni barreras físicas que la delimiten.

En el extremo oriental de esta frontera, donde el golfo de Maine se encuentra con la bahía de Fundy, se sitúa una pequeña isla aparentemente insignificante, pero que destaca por ser el único territorio en disputa entre Washington y Ottawa. Se trata de la Isla Machias Seal, también conocida como Isla de las Focas de Machias, una porción de tierra de aproximadamente siete hectáreas cuyos únicos residentes permanentes son las aves marinas que atraen a turistas de ambos países.

En la isla solo existe una construcción: un faro erigido en 1832 por los británicos para marcar su presencia en la zona. Poco después, la estructura pasó a manos de Canadá, que desde entonces mantiene su administración y operatividad, pese a que Estados Unidos nunca ha reconocido oficialmente su soberanía. El faro está automatizado, aunque Canadá envía regularmente a fareros para realizar inspecciones de mantenimiento, lo que los convierte en los únicos habitantes temporales de la isla.

El origen de la disputa

La controversia sobre la soberanía de la isla se remonta al siglo XVIII. Según recoge National Geographic, el conflicto comenzó en 1783, cuando el tratado que puso fin a la Guerra de Independencia de Estados Unidos, estableció que las islas Machias Seal quedarían bajo control estadounidense. Sin embargo, Canadá refutó esta interpretación, argumentando que la isla se encontraba dentro del territorio de Nueva Escocia.

En un intento de resolver la disputa, ambos países llevaron el caso ante la Corte Internacional de Justicia en 1981. En aquel proceso, la corte delimitó el límite marítimo al sur de la zona que rodea a la isla y a que se refieren como zona gris, no obstante, tanto Estados Unidos como Canadá decidieron reservarse la posibilidad de negociar directamente las fronteras de la misma.

Hasta la fecha, esas negociaciones no han dado frutos, y en los últimos años la isla ha vuelto a convertirse en un punto de fricción diplomática entre ambas naciones por su potencial comercial, ya que se trata de un área rica en langostas y pescadores de ambos países han mostrado un creciente interés en la misma.