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Internacional

El jefe militar de la OTAN en Europa y general estadounidense contradice a Trump: "Rusia no está ganando la guerra"

El general estadounidense Christopher Cavoli, jefe supremo de la OTAN en Europa, ofrece una visión muy distinta a la de Donald Trump sobre el curso actual del conflicto: “Los ucranianos siguen en Kursk, y los rusos no avanzan”

El jefe militar de la OTAN en Europa y general estadounidense contradice a Trump: "Rusia no está ganando la guerra" AP

El comandante supremo aliado en Europa (SACEUR), el general estadounidense Christopher Cavoli, ha ofrecido recientemente una valoración que entra en conflicto directo con la visión expresada por el presidente Donald Trump sobre la evolución actual del conflicto entre Ucrania y Rusia.

Trump, en línea con su estrategia de aislarse de los compromisos internacionales, ha defendido públicamente un acuerdo de paz rápido que permitiría a Moscú conservar alrededor del 20% del territorio ucraniano, con el argumento de que esta medida frenaría la escalada de muertos y traería estabilidad a la región. Según el presidente, el conflicto se encuentra en un punto muerto, por lo que ambas partes deberían aceptar un alto el fuego y dividir el terreno.

Ucrania ha evolucionado con rapidez

Guerra Ucrania - Rusia. Agencia AP

Pero la realidad que describe Cavoli, basada en inteligencia militar estadounidense y sus propias observaciones sobre el terreno, desmonta esa narrativa. En declaraciones recogidas por el Washington Examiner, el general describió una guerra que todavía presenta dinámicas activas, desequilibradas y con una Ucrania que no solo resiste, sino que contraataca.

A juicio de Cavoli, la calidad de las tropas rusas ha descendido de forma visible desde el inicio del conflicto. Aunque algunos grupos mantienen capacidades de combate, en general, “la calidad de sus fuerzas terrestres ha ido disminuyendo a lo largo del conflicto”.

Este desgaste, según explicó, contrasta con el avance constante del ejército ucraniano, que ha pasado en poco tiempo de tener recursos limitados a contar con una fuerza entrenada, organizada y con movilidad ofensiva. “Empezaron prácticamente desde cero… Y han evolucionado y se han desarrollado muy eficazmente”, afirmó.

Uno de los puntos más destacados de su intervención fue la revelación de que tropas ucranianas mantienen posiciones estratégicas dentro del propio territorio ruso, concretamente en el óblast de Kursk. Allí, aseguró Cavoli, los soldados ucranianos se han atrincherado con éxito en zonas bien defendidas, a pesar de los intentos rusos por expulsarlos, incluso con apoyo de tropas norcoreanas.

“Los rusos fijaron como objetivo echar a los ucranianos de Kursk antes de septiembre. Hoy en día, los ucranianos siguen allí”, señaló el general, dejando claro que no se trata de un ejército a la defensiva, sino de uno con iniciativa táctica.

Estancamiento ruso en Toretsk y Pokrovsk

Soldados del Ejército ruso.Agencia AP

En otros frentes clave, como Toretsk y Pokrovsk, las ofensivas rusas han perdido ímpetu. De hecho, Cavoli informó que en las últimas dos semanas Rusia no ha logrado avanzar, mientras que Ucrania ha recuperado posiciones que antes estaban bajo control ruso. Esto cuestiona directamente la idea de una guerra completamente bloqueada.

Además, Cavoli subrayó que los movimientos rusos están plagados de ineficiencias, altas bajas y una clara dependencia de refuerzos externos, lo que revela un agotamiento operativo importante. Frente a eso, Ucrania muestra una capacidad de adaptación superior, alimentada por el entrenamiento occidental y el conocimiento del terreno.

Estas discrepancias entre el análisis militar y el posicionamiento político abren un debate profundo dentro de la OTAN y en la política exterior estadounidense. Mientras el ala diplomática liderada por Trump busca una resolución que evite más implicaciones, los mandos militares insisten en que ceder ahora significaría desestimar el progreso real ucraniano y premiar la agresión territorial.

Christopher Cavoli, que se retirará este verano tras casi cuatro décadas en las Fuerzas Armadas, dejó un mensaje claro: la situación en el frente no justifica una rendición diplomática inmediata. Más bien, exige una evaluación estratégica constante, basada en hechos y no solo en intereses políticos.