Política

Bruselas

Juncker lamenta no haber hecho campaña en contra del Brexit

El presidente de la CE reconoce haber escuchado demasiado a David Cameron.

El presidente de la CE, Jean-Claude Juncker
El presidente de la CE, Jean-Claude Junckerlarazon

Me equivoqué al quedarme callado en un momento importante”, ha señalado el presidente de la CE.

“Un poema se explica por sí mismo”. Es la respuesta que solía dar el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, cuando se le preguntaba por su legado al frente de la institución comunitaria desde que cogió el testigo de José Manuel Durao Barroso en 2014. Pero cuando la legislatura toca a su fin, el político luxemburgués se enmienda a sí mismo y prefiere que no haya malinterpretaciones a la hora de juzgar su labor al frente del ejecutivo comunitario en tiempos especialmente turbulentos, aunque aún le quedan seis meses en el cargo. Por eso, ayer -dos días antes de la celebración de la cumbre de Sibiu (Rumanía)- decidió comparecer ante los medios de comunicación para hacer un balance de estos años convulsos y que quedarán marcados por el divorcio británico ( incluso aunque no se consume). Juncker ha empezado ya a componer su epitafio político ya sea en prosa o en verso y puede que leerlo le sirva de gran utilidad a su sucesor.

Como gran éxito, el político luxemburgués se refirió al mantenimiento de Grecia en la zona euro y a haber introducido una mayor flexibilidad en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento que marca los límites del déficit público ( algo que acabó salvando a España de una multa multimillonaria por parte de Bruselas). No es la primera vez que Juncker se atribuye como mérito una mayor relajación de las políticas de austeridad ya que incluso ha lamentado en otras ocasiones la humillación infringida al pueblo griego durante los peores momentos de la crisis de deuda. La sorpresa llegó cuando el presidente del ejecutivo comunitario reconoció un error: haber escuchado demasiado al ex primer ministro británico, David Cameron, que le convenció de que Bruselas no debía hacer campaña para la permanencia de Reino Unido en la UE. La posición de Downing Street era que cualquier mensaje podía interpretarse como una injerencia de la capital comunitaria en la libre voluntad de los británicos y dar alas a los Brexiters. Ahora ,el presidente de la Comisión Europea se arrepiente de no haber desmentido los bulos puestos en circulación durante la campaña. “Me pidió no intervenir en la campaña del referéndum (en referencia a Cameron), y fue un error, porque habríamos sido los únicos en destruir las mentiras, me equivoqué al quedarme callado”, aseguró ayer con franqueza.

Pero aunque el Brexit sigue sobrevolando la política europea, el propósito de la cita de Sibiu es mirar al futuro. En un principio, esta cumbre estaba prevista tras la salida de Reino Unido el 29 de marzo, ahora se trata de seguir perfilando el futuro sin que el divorcio británico consuma más energías de las estrictamente imprescindibles. “El Brexit no ha tenido aún lugar pero sigue siendo más urgente que nunca hablar de nuestro futuro y de nuestra agenda positiva”, aseguró Juncker. Se espera que este encuentro sirva para empezar a redactar un borrador con una nueva estrategia para los próximos años y que el documento se apruebe en la cumbre prevista para el mes de junio, con el propósito de dar un nuevo impulso al club tras las elecciones europeas del 23-26 de mayo. Además, también se empezará a discutir el nuevo reparto de la cúpula europea que deberá estar listo durante el otoño y que no sólo se refiere al sucesor de Juncker sino también al nuevo presidente del Consejo y el nuevo presidente del BCE.