Política

Marruecos

La implantación del servicio militar obligatorio empuja a jóvenes marroquíes a abandonar el país

Las mafias de la inmigración, vinculadas al “narco”, detrás del paso del Estrecho en lanchas rápidas

Imagen de la valla que separa Ceuta de Marruecos. REUTERS/Juan Medina
Imagen de la valla que separa Ceuta de Marruecos. REUTERS/Juan Medinalarazon

Las mafias de la inmigración, vinculadas al “narco”, detrás del paso del Estrecho en lanchas rápidas

Un piloto, uno que organiza la salida de la embarcación y el captador de “viajeros”. Detrás de la lancha que fue interceptada el martes por la tarde por la Real Marina marroquí, con el resultado de una joven muerta y tres heridos, se esconde una organización para controlar este nuevo sistema de inmigración ilegal, al que no es ajeno el mundo del narcotráfico, según han informado a LA RAZÓN fuentes de la investigación. El creciente malestar de parte de la población magrebí, en especial los jóvenes que buscan una salida laboral en Europa, es un campo abonado para buscar clientes, sobre todo después del anuncio de que se va a restablecer el servicio militar obligatorio.

En la citada lancha, que había salido de la costa de Ceuta, es decir desde territorio español, viajaban un total de 26 personas, tres de las cuales eran las que controlaban el paso del Estrecho hacia la Península. Cada uno de los 23 “viajeros”, en su mayoría marroquíes de la zona de Tetuán, había pagado 1.000 euros por el “pasaje”.

Los 23.000 euros se iban a repartir de la siguiente manera, según las citadas fuentes: 6000 para el piloto; 1500 para el que controlaba la salida y la misma cantidad para el captador de clientes; y el resto, para el dueño de la “goma”, como se denominan a este tipo de embarcaciones dotadas de potentes motores fuera borda que alcanzan grandes velocidades que las hacen inalcanzables para los que ocupan, con los medios de que disponen, de evitar, en Marruecos y España, la inmigración ilegal.

El piloto, un español, de San Roque (Cádiz), José María D. Q. cuenta con un amplio historial delictivo, vinculado al narcotráfico y a otro tipo de delitos, incluido el de la violencia de género. Ha sido detenido en una veintena de ocasiones, investigado por 25 delitos con más de 70 diligencias abiertas. En este momento, pesaba sobre él una requisitoria para cumplir una condena.

Munir D. M. es un ceutí de origen musulmán que se ocupaba de controlar que la llegada y la salida de la lancha se hiciera sin problemas; y el tercero, un marroquí con tarjeta de residencia, del que no se han facilitado más datos, era el captador.

Los tres fueron detenidos por las autoridades marroquíes que han iniciado las correspondientes investigaciones.

Por lo que respecta a la mujer muerta, se sabe que es una joven de Tetuán, llamada Hayat, que estaba a punto de comenzara los estudios de Derecho. Llama la atención que personas con recursos y la posibilidad de acceder a estudios universitarios se apunten a este tipo de viajes que siempre conllevan un riesgo. Los heridos, al parecer tres, fueron trasladados ayer desde el hospital de Fdiq a uno de Rabat.

Los organizadores de esta inmigración ilegal se aprovechan de la creciente demanda de la población marroquí para abandonar su país, en especial los jóvenes tras el anuncio de las autoridades de que se va a reimplantar el servicio militar obligatorio (como una fórmula de mitigar el paro). La idea de tener que entrar en filas y terminar en las unidades acantonadas en el antiguo Sáhara español, no es muy seductora.

Asimismo, desde el final del Ramadán, a mediados del pasado mes de junio, los precios de los alimentos básicos han experimentado una considerable subida que, en algunos sectores de la población se atribuye al control de las empresas que se realiza desde determinadas instancias que gozan de gran poder en el vecino país.

El tráfico de lo que podría denominarse “migralanchas” comenzó hace poco más de un mes y los responsables marroquíes y españoles que se encargan de combatir este tipo de actividad delictiva ya habían advertido a las autoridades de su existencia.

Desde entonces, los viajes a través del Estrecho se han producido casi a diario y por parte de agentes de la Guardia Civil de Algeciras ya se había controlado a algunas de estas embarcaciones.

En cualquier caso, en Marruecos tratan de esclarecer el incidente y los motivos que llevaron a la Marina Real a disparar contra los ocupantes de la lancha, que había partido de Ceuta.

Esta circunstancia ha hecho que las autoridades españoles también hayan ordenado que se esclarezca cómo llegaron a la Ciudad Autónoma los ocupantes de la embarcación para iniciar el viaje a través del Estrecho.

Hace unos días, en la playa marroquí de Martil se concentraban unos doscientos jóvenes para pedir “inmigración gratis”. 1.000 euros es una cantidad que pocas personas pueden reunir en el vecino país para una aventura de este tipo. El caso de la joven Hayat demuestra que hasta los que tienen “garantizado” un cierto futuro en su tierra quieren abandonar Marruecos y las mafias de la inmigración lo saben. Todo un negocio.