Francia

Le Pen somete a Macron gracias al voto protesta

Los ultras vencen por la mínima al partido del presidente, En Marcha. Los Verdes sorprenden con un tercer puesto

Marine Le Pen durante su comparecencia ante los medios de comunicación
Marine Le Pen durante su comparecencia ante los medios de comunicaciónlarazon

Los ultras vencen por la mínima al partido del presidente, En Marcha. Los Verdes sorprenden con un tercer puesto.

Le Pen le ganó por la mínima el duelo al presidente Emmanuel Macron. La lista ultraderechista del Reagrupación Nacional (antiguo Frente Nacional) se impuso con su joven candidato de 23 años, Jordan Bardella, bautizado por los medios franceses como el «cachorro» de Le Pen, con algo más del 23% de los votos, mientras que la de En Marcha, encabezada por la poco carismática exministra de Asuntos Europeos Nathalie Loisseau, se quedó cerca del 22% de los sufragios, según los sondeos proyectados tras el cierre de urnas.

Los resultados confirman que estas dos listas, muy por delante del resto, vivían en estas elecciones europeas una especie de tercera vuelta tras las presidenciales de hace dos años que dio la presidencia a Emmanuel Macron. El voto de castigo al gobernante es habitual en los comicios europeos y el Frente Nacional ya las ganó en 2014. Una especie de referéndum hacia la función presidencial que ya se ha convertido en una especie de tradición en Francia. No obstante, aunque los resultados no son buenos para el Gobierno, ha evitado una debacle que sí han vivido en sus carnes los partidos tradicionales franceses, Los Republicanos y los socialistas, con mínimos históricos. Es por ello que las consecuencias inmediatas dentro del Ejecutivo de Macron serán limitadas. Pese a ello, Le Pen no ha dejado pasar la ocasión para pedir en un discurso triunfalista tras conocerse los sondeos de las 20 horas que se disolviera la Asamblea Nacional y se convocaran elecciones. Le Pen compareció para reclamar a Macron que «saque las conclusiones, porque había puesto su crédito presidencial en un referéndum sobre sus políticas y su persona», por lo que, a su juicio, «no tiene otra opción que disolver la Asamblea Nacional». Para Le Pen, los resultados de su fuerza y la de Macron demuestran «la superación de los viejos partidos» y confirman «la nueva línea divisoria entre nacionales y mundialistas, un debate que confirma el futuro de Europa y de nuestro pueblo».Las elecciones europeas significaban el primer examen en las urnas para Macron desde su victoria en las presidenciales y, también, la primera prueba después de la crisis de los «chalecos amarillos», que durante más de seis meses han protestado en las calles contra las políticas del presidente, en una crisis prolongada que aún no ha finalizado.

La victoria del RN es un éxito para Le Pen, que se ha recuperado de la derrota de 2017. También para su candidato, Jordan Bardella, que ha ofrecido una imagen de juventud y normalidad para un partido durante mucho tiempo estigmatizado y que se ha ido quitando muchos pesos históricos de encima con una estrategia sostenida en el tiempo.

Pero aparte de Le Pen, si hay un vencedor de esta jornada en Francia, esos son Los Verdes, que con un 12% dan un impresionante «sorpasso» a conservadores y socialistas y se sitúan como la tercera fuerza política francesa y primera dentro de las opciones de izquierda. Buena parte de su éxito se achaca a su líder, Yannick Jadot, que ha conectado con los más jóvenes y ha hecho un buen papel en los debates televisivos imponiendo su agenda ecologista.

El descalabro de la noche lo ha protagonizado la derecha tradicional que apenas sobrepasa en unas décimas el 8% de los votos. Un fuerte varapalo para su líder, Laurent Wauquiez, acusado muchas veces de llevar al partido a posiciones cercanas a las de la ultraderecha para ganar los votos que le arrebatara Macron por el centro. Varios pesos pesados de Los Republicanos no esperaron para acudir a los especiales en televisión anoche para criticar el liderazgo de Wauquiez.

Dentro del bloque de la izquierda, y exceptuando el éxito de Los Verdes, tanto el PS como la izquierda de Jean Luc Mélenchon sufren duras derrotas con un 6% de votos para sus listas. Una de las claves para explicar estos malos resultados está en la fragmentación. La izquierda se presentaba a los comicios europeos en una sopa de candidaturas: socialistas, exsocialistas, ecologistas, comunistas y populistas.

La otra noticia de la jornada electoral fue la participación, muy elevada por tratarse de unas elecciones como las europeas, que suelen despertar poco interés. Varias estimaciones apuntaban que la participación se situaría sobre el 54% al cierre de los colegios, el nivel más elevado desde 1984. En 2014, fue del 44,2%. En Francia se presentaban 34 listas que pugnaban por 79 escaños.