Oriente Medio
Ola de atentados en Afganistán tras el fin del diálogo de EEUU con los talibanes
El país vuelve a las urnas el día 28 sumido en una crisis de seguridad, mientras Washington ordena el repliegue de los soldados que aún siguen en la misión.
El país vuelve a las urnas el día 28 sumido en una crisis de seguridad, mientras Washington ordena el repliegue de los soldados que aún siguen en la misión.
El último fracaso en las negociaciones con los talibanes para la paz en Afganistán ha devuelto al país a los peores tiempos de violencia desde la caída del régimen talibán a finales de 2001. En los últimos días, cerca de un centenar de civiles han muerto, cuarenta de ellos como consecuencia de la explosión de un camión cisterna cargado de explosivos en la provincia sureña de Zabul.
El atentado contra un hospital de la ciudad de Qalat tuvo lugar este jueves, y en un principio se reportó la muerte de 20 civiles, pero los servicios de emergencia recuperaron ayer otra veintena de cadáveres bajo los escombros.
Así lo anunció ayer Gul Islam Seyal, portavoz del gobernación de Zabul, que aclaró que “desafortunadamente, tras coordinar la información, podemos confirmar que en el inhumano atentado de ayer (por el jueves) murieron 40 personas y otras 189 resultaron heridos”.
Entre los fallecidos, detalló el portavoz, hay dos miembros de las fuerzas de seguridad, mientras que el resto son civiles, entre ellos personal médico y pacientes, algunos de ellos niños.
El atentado se recuerda como el más grave desde que Donald Trump diera por suspendidas las negociaciones con los talibanes el pasado 9 de septiembre. El motivo de esta decisión unilateral de congelar las conversaciones de paz fue de la muerte de un soldado estadounidense a principios de este mes de septiembre. Con esta baja militar ya son 17 los uniformados de EEUU que han muerto en ataques y operaciones de combate en el país centroasiático.
Alrededor de medio centenar de personas fallecieron este martes en dos atentados , uno un mitin electoral en Parwan y el otro en el centro de Kabul. Además, este miércoles, las fuerzas de seguridad afganas, con apoyo aéreo estadounidense, mataron por error a cuarenta jornaleros que confundieron con yihadistas del Estado Islámico en la provincia oriental de Nangarhar.
Esta ola de violencia se produce a una semana de que Afganistan celebre sus cuartas eleciones generales tras la caída del régimen talibán, por lo que no se descarta que continúen los atentados suicidas como táctica para boicotear las elecciones.
Con el proceso de reconciliación estancado y el aumento de los atentados suicidas el inminente repliegue definitivo de los últimos 14.000 soldados estadounidenses que quedan en Afganistán, podría sufrir un cambio de agenda y retrasarse de nuevo. Además de los talibanes, el Estado Islámico y otros grupos insurgentes amenazan la seguridad y la estabilidad del país centroasiático.
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