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Catástrofes y Accidentes

Las huellas psicológicas

La Razón
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- ¿Cómo ha sido durante estos diez años la labor de reconstrucción de las zonas devastadas por el «tsunami»?

–La primera fase fue la de emergencia para reconstruir y rehabilitar puntos de potabilización de agua que fueron destruidos. La gran parte del operativo se ha centrado en la construcción de viviendas, así como en la rehabilitación de escuelas. Otra intervención fundamental ha sido la de apoyar a las familias supervivientes en recuperar sus medios de vida, sus oficios, bien porque habían perdido todo o bien porque tenían que cambiar su vida. Antes, muchos vivían del mar, ahora al estar realojados en zonas a 30 kilómetros de él han tenido que aprender a ganarse la vida de otra manera. También ha sido muy importante la labor de fortalecer a las organizaciones locales para una mejor respuesta inmediata a estas catástrofes naturales tan frecuentes en la zona.

- ¿Cuál ha sido el volumen de inversión en la zona?

–Nosotros hemos recaudado 48 millones de euros, el 75% ha venido de donantes privados. Los dos primeros años fueron en los que recibimos más aportaciones. El compromiso por parte de todo el mundo ha sido muy fuerte. Sin una ayuda de esta magnitud no habría podido mantenerse este operativo durante tanto tiempo.

- ¿En qué situación se encuentran ahora los supervivientes de la catástrofe?

–Su situación ha mejorado, aunque quedan huellas del desastre. Sobre todo psicológicas. Quizá sea en este aspecto en el que todavía quede mucho por hacer. Esta catástrofe nunca se va a olvidar a pesar de que las necesidades básicas ya estén cubiertas. Se ha conseguido un nivel satisfactorio en cuanto al alojamiento y la educación. Además, ya se ha reactivado el turismo exterior, fuente principal de financiación de la mayoría de los países de la zona, especialmente en Tailandia e Indonesia.

*Responsable de Cruz Roja para Asia